Bolsonaro remodela parte de su gabinete tras la dimisión de dos ministros el mismo día

Los comandantes del Ejército, Marina y la Fuerza Aérea pusieron sus cargos a disposición del nuevo titular de Defensa, el martes, sumándose a las presiones que Bolsonaro ya afronta en el Legislativo y en la Corte Suprema por una gestión que resuelva la crisis sanitaria, política y económica.

La protesta simbólica de los líderes de las Fuerzas Armadas fue una reacción a la salida del general Azevedo, que según la prensa brasileña habría sido sustituido por Bolsonaro por no aceptar apoyarlo con medidas de excepción contra los estados que han decretado ‘restricciones de movimientos’ para hacer frente a la pandemia de coronovarius contra su determinación. Bolsonaro está a favor de que la economía siga funcionando normalmente, a pesar del Covid-19 .

Brasil es actualmente el epicentro de la pandemia global , con 312.000 muertes y el 38% de los fallecimientos por coronavirus en el planeta, según la Organización Mundial de Salud (OMS). La situación ha generado tensiones que comenzaron con la renuncia del general Eduardo Pazuello en el ministerio de Sanidad, reemplazado por el cardiólogo Marcelo Queiroga , el cuarto en ese puesto desde que la pandemia comenzó hace un año.

Acorralado por varios frentes, Bolsonaro aceptó también la dimisión del canciller Araújo, un fanático seguidor de las ideas del expresidente de EE.UU. Donald Trump que perjudicó con decisiones nada diplomáticas la adquisición de vacunas de China contra el coronavirus, atrasando así las campañas internas de inmunización.

Araújo, que como Trump se considera enemigo de China -principal socio comercial de Brasil-, cuestionó públicamente la efectividad de los productos de ese país. Araújo, a su vez, no reconoce el cambio climático ni la crisis ambiental, otro frente en que ha dejado a su país mal colocado.

Amigo de Bolsonaro y sus hijos, Araújo ha sido sustituido por el diplomático Carlos Alberto Franco França , que nunca fue embajador fuera del país, algo raro en la prestigiosa escuela de Itamaraty. Al contrario que Araújo, sin embargo, Franco tiene una historia discreta y lejos de polémicas.

Además de Araújo y del ministro de Defensa, Bolsonaro anunció una reforma en su gabinete, la más amplia en sus dos años de Gobierno, que afectó además los cargos de Justicia, la Secretaría de Gobierno, la jefatura de Gabinete de Presidencia, conocida como la Casa Civil, y la Procuraduría de la República.

A lo largo de la mañana, el nuevo ministro, Walter Braga Netto , confirmó que los comandantes de las tres fuerzas serían sustituidos, mostrando que las crisis dentro del Gobierno Bolsonaro está lejos de acabarse pese a la reforma ministerial.

Según el diario ‘O Estado de Sao Paulo’, los comandantes del Ejército, el general Edson Leal Pujol ; de la Marina, Ilques Barbosa , y de la Fuerza Aérea, Moretti Bermudes , se solidarizaron con el ahora exministro Azevedo, que al dejar el cargo escribió en una nota que resistió a los instintos autoritarios del presidente: «En ese período (2019-21), preservé a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado». La frase provocó revuelo en la prensa y en los tres poderes que reconocieron en ella el autoritarismo de Bolsonaro.

«Bolsonaro manda, pero no lidera», tituló en una columna el politólogo Carlos Melo , de la universidad de negocios Insper, en Sao Paulo. Melo comentó la dificultad de saber detalles por la falta de transparencia del Gobierno, y por la tradicional discreción de los militares. «Todo lo que tenemos (de información) es por el periodismo profesional e independiente», comentó.

«El cerco al Congreso, a los tribunales superiores, a los diplomáticos, a los médicos, a las enfermeras, a los ecologistas, a los economistas, a los abogados, a los banqueros y a los grandes empresarios generó un grito unísono en Brasilia : ¡Basta! Basta de desgobierno, basta de delirios ideológicos y de amenazas golpistas, basta de hundir a Brasil en la escena internacional. Hay agotamiento», describió Eliane Catanhede , analista política de ‘O Estado de Sao Paulo’, sobre el momento.

«Con la dimisión del general Azevedo e Silva, los militares demuestran al pueblo brasileño que están firmemente comprometidos con sus funciones constitucionales, sus compromisos institucionales y la democracia», explicó Catanhede.

En el peor momento político y económico de Brasil en décadas, Bolsonaro está teniendo dificultad para controlar la indignación a todos los niveles por la incapacidad de enfrentar la crisis sanitaria. La reforma ministerial del lunes, respondía a presiones del Congreso, cuyo presidente, Arthur Lira , llegó a insinuar que iniciaría un proceso de destitución, si el caso que el presidente no despidiera al canciller Araújo, por ahora, aparentemente, el mal menor.