Bolsonaro dice que los criminales «morirán como cucarachas» con su nueva ley proarmas

En una entrevista emitida ayer, el polémico mandatario confió en que el Congreso de el visto bueno a sus planes de extender el llamado «excludente de ilicitude», un artículo del Código Penal que convierte en permisivos actos que en situaciones normales serían ilegales.

Los activistas, por su parte, temen que la medida pueda derivar en un baño de sangre, pero Bolsonaro alegó que proveerá de una «cobertura legal muy necesaria» a los agentes que usen la fuerza en actos de servicio, lo que provocará un «importante descenso» de la criminalidad.

«La Policía está librando una batalla asimétrica con el crimen y deberían ser condecorados por usar sus armas en lugar de llevados a juicio», arguyó. En los mismos términos se refirió el presidente a los «respetables ciudadanos» que «merecerían tener protección si se vieran obligados a usar la fuerza para defender su vida o sus propiedades».

Tanto la propuesta como el discurso de Bolsonaro son para sus detractores la verdadera razón del nuevo repunte de violencia policial que vive Brasil . Solo en Sao Paulo, 414 personas murieron en la primera mitad de 2019, la cifra más alta desde 2003. En Río de Janeiro, por el contrario, las fuerzas policiales acabaron con la vida de 881 personas, el equivalente a una cada cinco horas.

«Son comentarios horripilantes que instigan la brutalidad, y eso es algo que nos preocupa en un país que registra algunas de las m arcas mundiales más altas en lo referente a homicidios », dijo Ariel de Castro Alves, un veterano abogado y defensor de derechos humanos de Sao Paulo.