Obama nombra nuevo embajador en Myanmar veintidós años después

El nombramiento del nuevo embajador estadounidense, el primero después de 22 años, se interpreta como una apertura a los avances democráticos que está realizando el gobierno de Rangún . La elección de Derek Mitchell obedece, según el propio Obama, a que «su trabajo ha sido decisivo para que las relaciones bilaterales hayan pasado a una nueva fase». El nuevo embajador, un experto en Asia que ha servido en el Pentágono, ha sido uno de los encargados de supervisar las reformas de las autoridades birmanas como representante especial de Estados Unidos en el país asiático.

Rebajar las prohibiciones en la exportación de servicios financieros y a la inversión es otro de los compromisos de Obama con Myanmar. « Abrirse a una mayor relación económica entre nuestros dos países es importante para apoyar a los reformistas en el gobierno y la sociedad civil a fin de facilitar un mayor desarrollo económico y sacar a Birmania del aislamiento», aseguró el presidente estadounidense.

Sin embargo, Obama es muy consciente de que falta mucho por hacer. Pese a alabar los progresos del presidente birmano, Thein Sein, y la activista y líder opositora, la Premio Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi, Obama recordó que son necesarios más progresos en áreas como la apertura política, los prisioneros políticos o las relaciones con Corea del Norte.

Por su parte, Hillary Clinton, secretaria de Estado, ha lanzado una seria advertencia ante la posibilidad de un retroceso en las reformas democráticas en Myanmar: mantendrá el embargo de armas y las leyes que permiten aplicar sanciones ante la tentación de un proceso involucionista en el país . Hillary Clinton hizo estas declaraciones después de reunirse en Washington con el ministro de Exteriores birmano, Wunna Maung Lwin.

Después de las elecciones celebradas en noviembre de 2010 -calificadas de fraudulentas tanto por la oposición como por las organizaciones internacionales-, que desembocaron en la elección de un gobierno civil, Myanmar comenzó una serie de reformas democráticas para impulsar la apertura del país después de décadas de regímenes militares.