Berlusconi, contra todos

Al verse fuera del palacio Chigi, lo primero que hizo ayer Berlusconi fue reunirse con los senadores de su partido para decirles que el nuevo gobierno representa «una suspensión negativa de la democracia». Pero la vida parlamentaria no se ha suspendido. Y a «Il Cavaliere» le habría bastado con votar contra el Gobierno Monti para forzar un adelanto de las elecciones generales.

Berlusconi también atacó al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, a quien llamó «maestrita de escuela»: «Cuando los decretos llegaban al Quirinal (residencia del presidente de la República) decía “no” a dos de cada tres de ellos. Nos corregía con el lápiz rojo, como una maestrita de escuela elemental». Tampoco ahorró críticas a sus adversarios, aunque ésta vez no los llamó comunistas: «No podemos dejar el país a la izquierda… Los italianos no son tan cretinos como para dar el votos a esos tipos».

En su furiosa campaña, Berlusconi se ha opuesto a uno de los principales impuestos que introducirá Monti, el ICI (correspondiente al IBI en España, impuesto sobre la vivienda). Se ha declarado contrario al cambio de la ley electoral , porque le favorece la actual. Y, como remate, en su mejor línea, propuso leyes «ad personam», como la de eliminar las escuchas telefónicas que tanto le han perjudicado.

No obstante, «Il Cavaliere» puede dormir tranquilo con el nuevo gobierno. La nueva ministra de Justicia, Paola Severino, ha sido una destacada abogada de destacadas personalidades, que siempre se ha opuesto a las escuchas telefónicas, por «ineficaces». No parece que este Gobierno quiera complicarse la vida con Berlusconi y sus líos con la Justicia.

Pero es que «Il Cavaliere» no quiere abandonar los focos de la luz pública: «Sé que deseaban que me retirase a escribir mis memorias, pero no lo haré». Es una pena, habrán pensado algunos. Tal vez el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, de quien la Prensa publica algunas indiscreciones: «A veces me pregunto si Berlusconi tiene todavía cerebro» , una frase asesina recogida por el escritor y filósofo Bernard-Henri Lévy. También el semanario satírico, Canard Enchaîné, documenta la escasa estima de Sarkozy a «Il Cavaliere» con esta frase que habría sido pronunciada en privado el pasado 11 de noviembre: «Con Berlusconi en el gobierno, Italia no es creíble, la hunde. Verlo en una cumbre internacional es patético».