Aznar afirma que con la resolución 1.441 hay cobertura legal para atacar Irak

Aznar indicó que España «en todo caso, estará bajo el amparo de Naciones Unidas, porque en el supuesto de que no se obtuviera el consenso para una nueva resolución, todas las anteriores están vigentes, todas obligan al desarme y todas advierten a Sadam Husein, sobre todo la 1.441, que se expone a graves consecuencias. Estamos, pues, en cualquier supuesto, ante lo que es el mandato de la ONU. Otra cosa es que nosotros queremos reforzar ese mandato y hacer el mayor esfuerzo de consenso para una nueva resolución».

No hay compromiso militar

Al serle preguntado sobre si existe ya algún compromiso militar por parte de España, respondió, como ha hecho en otras ocasiones, que no y que tan sólo han sido utilizadas las bases españolas para ejercer la presión militar sobre Irak, pero dentro del marco del Convenio con Estados Unidos.

Una vez más cuando se le planteó si España participaría en una intervención militar si no saliera adelante la nueva resolución, Aznar repitió que los que el desea es que la crisis «se resuelva de modo pacífico y Sadam se desarme» y señaló que a lo largo de todo el día había seguido manteniendo contactos telefónicos sobre nuevas fórmulas para esa esa resolución con el fin de conseguir el consenso.

Aznar insistió en que la presión es fundamental para que «todos los dictadores reciban el mensaje de que la legalidad internacional debe ser respetada» y señaló que no se puede aceptar que Sadam advierta que incumplir las resoluciones de la ONU «sale gratis», porque eso haría que él siguiera amenazando nuestra seguridad y llevaría a otros dictadores a pensar que también pueden hacerlo. «No veo -dijo- cómo garantizar la seguridad y tener un mundo en paz si no se respeta la legalidad. Si lo que se tiene es la paz del terror, el mundo se encamina hacia una situación muy difícil porque será el mundo de los dictadores».

Tras poner de relieve, en clara referencia a Felipe González, la incoherencia de quienes cuando se produjo el bombardeo de Kosovo, calificaban el uso del veto anunciado por Rusia como algo anacrónico y anquilosado, recordó el presidente del Gobierno que también entonces, había una opinión pública en contra, «Pero hoy -aseguró- estamos mejor sin Milósevic. ¿Qué diferencia hay entre Sadam, Milósevic y Hitler? Son de la misma naturaleza. Si no se hubiera actuado, Milósevic seguiría aún en el poder». «¿Cual es la diferencia -se preguntó- entre matar kosovares y gasear a miles de kurdos? ¿Qué se produce en Europa y hay más televisión? No podemos regirnos así».

Añadió Aznar que hoy, gracias a aquella interveción, todos estamos más tranquilos sin Milósevic, y que entonces en Estados Unidos mandaba Clinton. «Ahora -enfatizó- no estamos ante la guerra de Bush, pero desde luego, no podemos aceptar la paz de sadam Husein que no respeta la legalidad internacional, esa es la paz del chantaje y del terror».

El jefe del Ejecutivo, que dijo respetar todas las posiciones, incluidas las de Francia, China o Rusia,  aunque las consideró orientadas equivocadamente, no dejó pasar, sin embargo, la oportunidad para recordar que España no tiene intereses materiales en Irak, cosa que sí sucede con esos tres países, opuestos en estos momentos a la nueva resolución. Aznar advirtió de que bloquear el Consejo de Seguridad de la ONU no es una buena decisión y tendrá sus consecuencias. «Lo que no puede suceder es que las Naciones Unidas salgan derrotadas».

Seguridad y popularidad

Matizó Aznar que su posición la mantiene no porque sea la opción de Estados Unidos, sino porque es la opción de la legalidad y de la paz en el mundo. «Nosotros -afirmó- hemos pedido colaboración contra el terrorismo y no podemos negar la nuestra si nos la piden».

El presidente del Gobierno subrayó que los ciudadanos españoles le han elegido para que les garantice su seguridad y para ello cree que es fundamental que se respete la legaldiad. Más adelante, criticó a  los socialistas por su actitud, recordando que cuando el era el líder de la oposició apoyó al Gobierno en la Guerra del Golfo. «¿Por qué ahora no? ¿Por motivos electorales y de conveniencia? ¿Por qé no hay coraje para decir la verdad?», se preguntó. Y concluyó: «Yo no sacrifico la seguridad de los españoles por unos puntos de popularidad».

Antes de terminar la entrevista, Aznar dijo no sentirse solo en su posturam sino «acompañado por muchos corazones generosos que saben que no hay paz sin seguridad». Además, puntualizó que su postura no es persona, sino del Gobierno. «No soy -aseguró- una persona de certezas absolutas, pero tengo la convicción de estar en el terreno correcto del respeto a la ley y voy a responder al mandato que me han dado los españoles».