Los atentados en Francia no asustan al turista español

Aún es pronto para aventurarse a componer un diagnóstico definitivo ya que, según explican los expertos consultados por este diario, faltan datos. No ha pasado el tiempo suficiente para valorar de forma empírica la incidencia que han tenido los últimos ataques de Daesh en Francia , pero los especialistas sí que han localizado las sensaciones que dibuja el sector. Así, es normal que el turismo francés se resienta en los próximos meses, aunque parece ser que el viajero español no renunciará al país vecino para sus vacaciones, pese a los últimos atentados.

Esto se explica, en primer lugar, al analizar los gustos de los turistas españoles que viajan a Francia. «El caso de Niza no es muy relevante porque no era uno de nuestros destinos », advierte Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). «Ofrece un modelo de sol y playa que nosotros ya tenemos aquí», añade, por lo que en Niza no se han detectado cambios significativos —en la demanda— después de los ataques yihadistas.

París, por contra, es uno de las capitales escogidas por los españoles para pasar unos días de asueto y sí que ha notado el efecto del terrorismo, aunque únicamente durante las jornadas inmediatamente posteriores a los hechos. « París se sigue recuperando paulatinamente a mucha velocidad, para terminar estabilizándose totalmente», confirma Gallego.

Un diagnóstico parecido, pero teniendo en cuenta el ataque de Niza, hacen desde el comparador de viajes Trivago , donde también hablan de un primer retroceso inicial que se reguló después. «Los días inmediatamente posteriores al suceso sí se notó en el número de búsquedas a París, pero con el paso de los días la situación se ha normalizado; París sigue siendo uno de los destinos en el extranjero más buscados por los españoles», revela Alberto Calcerrada, portavoz de la compañía en España. Esto quizá sea, como manifiesta Gallego, porque, «tristemente», en España estamos acostumbrados a convivir con hechos así; ya lo hemos vivido: «En su día, ETA atacaba zonas turísticas y seguíamos moviéndonos».

«Quizá ahora se enfríen un poco las reservas en Francia, pero no va a ser una hecatombe , como es el caso de Turquía, Egipto o Túnez», vaticina Gallego, en una predicción que responde a la capacidad de los países turísticos más desarrollados de sobreponerse y hacer olvidar este tipo de catástrofes. « Al viajar a ciertos países asumes un tipo de situaciones que no asumes cuando vas a otros », clarifica el presidente de CEAV, quien ejemplifica que «no es lo igual ir al norte de África que a Francia o España», aunque haya habido atentados más recientes. Es decir, los turistas tardan menos en recuperar la sensación de seguridad cuanto más desarrollado sea el país de destino , coinciden los especialistas.

Fuentes del sector aéreo español han confirmado a ABC que, aunque por el momento no es fácil comentar las consecuencias de los ataques, sí sería lógico que existiera una cierta retracción entre los viajeros por los atentados terroristas, algo que podría conducir a la anulación de billetes de avión o la merma en futuras compras. Sin embargo, insisten en que aún es pronto y que los efectos —o no— de estos acontecimientos sobre el turismo francés, y el tráfico aéreo que lleva aparejado, se notarán en un plazo más largo.

Además, los principales problemas para el turismo francés —y para el europeo por extensión— llegan desde latitudes lejanas, como Estados Unidos y China. « Cuanto más lejos estás, más precaución tienes », asegura José Luis Zoredo, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, quien lamenta que en países como el norteamericano se generalice al señalar que «como en Francia hay problemas, hay problemas en toda Europa», por lo que en ocasiones se llega incluso a desaconsejar el viaje.

Los últimos atentados han sorprendido a Francia en un momento de expansión turística . Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Desarrollo Internacional en 2015, el país recibió 84,5 millones de visitantes (un 0.9% más que el año anterior) y se marcó como objetivo acoger a 100 millones de turistas extranjeros al año a partir de 2020. Quizá tengan que esperar un poco más para llegar a esa meta, especialmente porque el auge de los últimos años se lo deben, en gran parte, al alza de turistas asiáticos —que ahora podrían quedarse en casa por miedo al terrorismo— pero, como apunta Gallego y «a menos que bombardeen París» , la capital gala seguirá siendo el buque insignia del turismo francés y «la ciudad más visitada del mundo».