Amro Musa ha sido muchas cosas en Egipto pero, sobre todo, lo que ha sido y sigue siendo es un superviviente y un camaleón . Cuando parecía que otros candidatos iban a robarle protagonismo en las elecciones presidenciales, la decisión de la ... comisión electoral egipcia ha dado un nuevo impulso a la carrera del ex-secretario general de la Liga Árabe , que ayer presentó su campaña.
El debilitamiento de la opción islamista tras la descalificación de Jairat al Shater -que era la primera opción de los Hermanos Musulmanes - y del salafista Hazem Abu Ismail , y la exclusión del ex-vicepresidente Omar Suleiman , el principal candidato del antiguo régimen, han dado nuevas alas a Musa. La única encuesta electoral –aunque cuestionable- publicada antes de la aparición en escena de Al Shater y de Suleiman daba por vencedor indiscutible al hombre que lideró el organismo panárabe durante una década. Ahora que han vuelto a desaparecer habrá que ver si Musa mantiene ese liderazgo.
Moderado y ambiguo , Amro Musa cuenta con suficientes seguidores en Egipto y, aunque no despierta las pasiones de otros políticos más carismáticos, ya sean islamistas o laicos, muchos ven en Musa al hombre de la transición. En el turbulento año que ha sucedido a la revolución egipcia, Musa ha sabido guardar silencio cuando dar su opinión podía perjudicarle, y soltar la palabra necesaria, ya sea «Islam», «revolución», «seguridad» o «moderación» en el momento adecuado en el lugar preciso aunque siempre, le espetan sus críticos, a toro pasado.
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