Afganistán podría generar otro 'boat people' como Vietnam
Las tropas estadounidenses se irán el 11 de septiembre, dejando desprotegidos a decenas de miles de colaboradores
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Iniciar sesión«No podemos permitir que Afganistán sea otro Saigón». Las palabras del diputado Michael McCaul, el republicano de más alto rango del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, eran una referencia a un episodio humillante –también heroico– de la historia ... reciente de EE.UU.: la evacuación de miles de vietnamitas en los últimos días de abril de 1975 , el capítulo final de la guerra en la que EE.UU. hincó la rodilla ante el Vietnam comunista. Con Saigón cercado por las tropas de Le Duan, el ejército estadounidense trató de sacar a los vietnamitas del Sur que fueron sus aliados. Nubes de helicópteros atiborrados con diplomáticos, altos cargos de la República de Vietnam, vietnamitas empleados por el Gobierno estadounidense y sus familiares sacaron a unas 7.000 personas en solo dos días. Muchas otras quisieron huir y no pudieron . La operación consiguió su objetivo, pero fue un caos cuyas imágenes quedaron como uno de los símbolos del desastre estadounidense en Vietnam.
McCaul hizo estas afirmaciones durante una sesión en la cámara baja sobre Afganistán, con la mirada puesta en la retirada inminente que prepara el Ejército de Estados Unidos y con quienes podrían ser las primeras víctimas de ello: los miles de ciudadanos del país que han trabajado como traductores o asistentes de los militares de EE.UU. en las dos décadas que ha durado la guerra , la más larga en la que Washington ha estado involucrado.
Nadie cuenta con que Kabul caiga con tanta rapidez como Saigón en cuanto los estadounidenses salgan de Afganistán. Pero está claro que los talibanes tienen cada vez más fuerza militar frente al Gobierno de Kabul, presidido por Ashraf Ghani. Y que, sin el contingente estadounidense, los 'colaboracionistas' afganos estarán en alto riesgo. En las últimas semanas, los talibanes han intensificado la violencia hacia la sociedad civil afgana, con asesinatos a jueces, representantes políticos o periodistas. Quienes han trabajado de forma directa con los estadounidenses están amenazados de forma directa.
«Si no dejas de trabajar con los infieles, en especial, con los infieles estadounidenses, te juro por Dios que haré todo lo posible por matarte a ti y a todos los miembros de tu familia». Ese es el mensaje que recibió Hilal, un traductor afgano que trabajó para el ejército estadounidenses en Kabul, según relató este mes a NBC News.
Visado especial
Entre quienes han matado los talibanes en las últimas semanas están afganos a la espera de visados de EE.UU. para salir del país. Según el Departamento de Estado, hay cerca de 18.000 afganos que han solicitado el Visado Especial de Inmigrante , creado en 2009 por el Congreso para dar estatus a los afganos que han trabajado para el Gobierno de Estados Unidos.
El procesamiento de esos visados se eterniza –unos 500 días para cada solicitante– y, mientras tanto, la marcha del contingente estadounidense se acelera. La salida de Afganistán fue negociada en un primer momento por el Gobierno de Donald Trump: los estadounidenses abandonarían Afganistán el 1 de mayo si los talibanes cumplían determinadas condiciones (muchas las han incumplido). Joe Biden mantuvo la decisión, pero la atrasó hasta la fecha simbólica del 11 de septiembre. En los últimos días, sin embargo, se ha sabido que el proceso se acelera y que la mayoría del contingente estará fuera del país en julio.
El Departamento de Estado ha reforzado el personal consular para el procesamiento de visados, pero no parece que sea suficiente para que afganos como Hilal puedan estar a salvo cuando no haya botas estadounidenses en el país.
Según la CNN, el Pentágono ha empezado a planear una evacuación masiva de afganos ante esta situación. No es un plan que haya aprobado la Casa Blanca, pero cada vez recibe más presiones –legisladores, organizaciones de derechos humanos, asociaciones de veteranos– para que actúe. «Tenemos la obligación moral de ayudar a quienes colaboraron con nosotros durante los últimos veinte años», defendió David Helvey, subsecretario de Defensa para Asuntos de Asia-Pacífico, en una comparecencia reciente en el Senado. «Hay mucha preocupación por la aparente falta de urgencia por parte de la Administración», advirtió Adam Bates, de 'Refugee Assistance Project'.
Una posibilidad sería la evacuación masiva de afganos a un lugar seguro para tramitar después sus papeles y su destino final. Una opción sería Guam, el territorio de soberanía estadounidense en el Pacífico, que ya se utilizó en 1975 para la evacuación de decenas de miles de vietnamitas y a mediados de los noventa para poner a salvo a 6.600 kurdos amenazados por Sadam Husein. Otras opciones serían bases militares de EE.UU. en Oriente Medio.
El general Kenneth McKenzie , al frente del Comando Central del Ejército de Estados Unidos, con responsabilidad sobre Afganistán, defendió el mes pasado que la mejor opción era acelerar el programa de visados especiales. Pero admitió que «si nos ordenan hacer algo así (una evacuación masiva), podríamos sin duda hacerlo». Con la cuenta atrás en marcha para la salida del contingente militar, la evacuación parece cada vez la opción más segura para los afganos.
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