Italia y Francia piden limitar la libre circulación en la UE en «casos extraordinarios»

El primer ministro italiano ha reconocido que el esfuerzo de París para afrontar esta emergencia migratoria “es cinco veces superior al de Italia . Francia acoge cada año –ha añadido Berlusconi- 50.000 inmigrantes. Italia una media de 10.000. De esto somos conscientes y por nuestra parte no hay ninguna voluntad de acusar a Francia de incumplimientos”.

Por su parte, Nicolas Sarkozy ha confirmado que “deseamos que el acuerdo de Schengen continúe, pero para ello es necesario que sea reformado”, mostrándose también partidario de reforzar la agencia de fronteras de la Unión Europea, Frontex. Además, ambos países han acordado pedir una “mayor solidaridad” a sus socios comunitarios para afrontar la crisis migratoria, una petición que se expresa claramente en la carta enviada al presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, y al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

“El flujo masivo de inmigrantes, que golpea de manera particular a algunos estados miembros –escriben Berlusconi y Sarkozy- constituye un desafío para todos los socios comunitarios. Este desafío debe ser afrontado con una doble preocupación : no enviar señales equivocadas que podrían estimular el fenómeno migratorio, y al mismo tiempo, ofrecer la máxima solidaridad concreta a favor de los estados miembros afectados”.

“Es igualmente fundamental –prosigue la carta- que la Unión Europea realice un régimen de asilo europeo común (…) La política de asilo, que es un deber y valor de la UE, no debe permitir que se convierta en el vehículo de una inmigración irregular. Los Estados que se confronten con las mayores dificultades en el campo del asilo deben beneficiarse de un apoyo prioritario” de Bruselas.

En definitiva, Francia e Italia presionan a Bruselas para no afrontar solos el problema de la inmigración, y extenderán también esa presión a Túnez para obtener su colaboración en el control de sus costas.

La guerra de Libia ha centrado también buena parte de la cumbre hispano-francesa. El presidente Sarkozy se ha mostrado satisfecho con la decisión adoptada por el gobierno italiano de un mayor compromiso militar, poniendo sus aviones a disposición de la OTAN para bombardear Libia.

Esta medida del gobierno italiano, que se produce tras una conversación telefónica entre el presidente norteamericano Obama y Silvio Berlusconi, supone un viraje en la posición italiana, que hasta ahora se había limitado a ofrecer medios y bases militares, pero sin participar directamente en acciones bélicas contra el Gadafi.

Finalmente, también se han abordado cuestiones cuestiones económicas. En coincidencia con la cumbre, el coloso francés del sector alimentario Lactalis ha lanzado una Oferta Pública de Adquisición (opa) para controlar el 100% de Parmalat. Supondrá una inversión total de 3.370 millones de euros , y ofrece un sobreprecio de un 22 % aproximadamente sobre el precio medio de los 10 últimos días. No gusta en Italia el asalto de colosos franceses a su economía. El último golpe fue el de Bernard Arnault, dueño del lujo, que se convirtió en propietario de Búlgari.

En prueba de la superación de las diferencias que han mantenido París y Roma en problemas delicados como inmigración y Libia, Nikolas Sarkozy ha anunciado el apoyo de Francia a Mario Draghi, para ocupar la presidencia del Banco Central Europeo, en sustitución del francés Jean- Claude Trichet .