Rocco Magnotta, de actor porno a escurridizo y macabro asesino

El torso de la víctima, que según la Policía podría ser la pareja de Magnotta y era de origen asiático, fue encontrado por el conserje de un edificio de Montreal casi de forma paralela el mismo martes dentro de una maleta arrojada a un montón de basura. Horas después la Policía recuperaba en la oficina postal de Ottawa otro paquete con una mano izquierda dirigido al Partido Liberal de Canadá. El resto del cuerpo de la víctima aún no ha sido localizado, pero la Policía sospecha que otras partes del cadáver también han sido enviadas por correo y mientras continúa con la búsqueda intenta detener sin éxito el vídeo que circula por Internet con el macabro crimen.

«Hemos hecho todo lo posible para eliminarlo. El servidor en el que fue colgado lo retiró al ver que era inhumano y horrible, pero desgraciadamente algunas personas lo han puesto de nuevo en internet», señaló a la televisión pública canadiense CBC. el portavoz de la Policía de Montreal, Ian Lafrenière, que no se explicaba qué lleva a alguien a difundir semejante grabación: «Nuestros investigadores, que son profesionales y se les paga para esto, no lo quieren ver porque es demasiado horroroso ».

Tan horrible es la grabación que los policías canadienses a los que alertó Roger Renville no creyeron que fuera real cuando este abogado estadounidense contactó con ellos tras verla el domingo, antes de que se descubrieran los macabros paquetes. Le dijeron que todo eran efectos especiales, según recoge Efe.

Mientras el vídeo con el asesinato, degollamiento y mutilación de la víctima se propaga por páginas web dedicadas a sucesos macabros, necrofilia y canibalismo, la Policía encontraba en internet una carta de Magnotta en la que relata cómo desaparecer para siempre . En ella, Magnota aconsejaba a quien desee «dejar su antigua vida» que en lugar de coger un avión, condujera hasta otra provincia y vendiera allí el coche usando una identidad falsa. Él habría utilizado su nombre original y el de Vladimir Romanow, según señalan medios locales.

La misiva, junto a otros detalles revelados durante la investigación, hacen pensar a la Policía canadiense que el presunto asesino «puede estar fuera del país» . La información que manejan los agentes es que el actor porno bisexual fue visto por última vez hace tres días y que el crimen se pudo cometer el viernes pasado.

Una mujer de Toronto, que salió con Magnotta en 2006 cuando trabajaba como bailarina lo describió en Xtra, un portal de noticias de gays y lesbianas de Canadá, como una persona fría, obsesionada con los asesinos en serie, especialmente con Karla Homolka.

El actor porno podría haber mantenido una relación sentimental con esta canadiense que fue declarada culpable de la violación y asesinato de dos adolescentes entre 1991 y 1992. Homolka y su esposo, Paul Bernardo, quien todavía cumple condena por los asesinatos, grabaron en vídeo las violaciones y asesinatos de las adolescentes. Homolka fue puesta en libertad en 2005 tras cumplir su condena.

Magnotta ha dejado tras de sí una extensa huella digital en Internet. Aparece en salas de chat, páginas de Facebook, vídeos de YouTube, blogs, un sitio web personal e incluso en una cuenta de Twitter y en informaciones publicadas en Internet se dice que se había convertido a la Cienciología y que colgó vídeos en 2010 en los que torturaba y mataba gatos. Según señala el Daily Mail, habría advertido entonces que «estaría de vuelta», pero esta vez «las víctimas no serán animales». La prensa británica cargó contra él en diciembre del año pasado al vincularle con un vídeo que mostraba cómo alimentaba a una pitón con un gato.

Se cuenta que fue compañero de piso en Los Ángeles de Timothy Boham, una estrella del porno que cumple cadena perpetua por asesinato en Colorado. Y en un blog fechado en marzo se le atribuyen unas reflexiones sobre la necrofilia: «No me veo como un pervertido espeluznante. Sólo soy alguien que tiene sentimientos, sentimientos reales, de los muertos».

Los expertos coinciden en que est tipo de asesino busca acaparar la atención y calcula cada movimiento, dejando tras de sí de forma intencionada en su apartamento de Montreal el sangriento colchón y charcos de sangre en el suelo y en el refrigerador. Maureen Jennings, un escritor de ficción que ha entrevistado extensamente a la Policía para documentar sus novelas policíacas, cree que su comportamiento está marcado por un deseo de que se le persiga. «A la gente como él, no les importa si son atrapados, que en realidad es parte de su escenario», dijo Jennings al National Post . «Quieren ser atrapados porque así reciben más atención. La persecución y la captura son parte de ella», añadió