«Hay mutilaciones en masa de 5.000 niñas y nadie lo impide»

“Las mujeres occidentales empezaron a hablar de ello y hubo mucha polémica porque las africanas se negaban a tratar este asunto. Fue muy difícil. Cuando iba a convenciones me hacían firmar documentos en los que prometía no tocar la ablación del clítoris”, recuerda.

“ Me veían como una traidora cuando lo llevamos a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pero afortunadamente eso ha cambiado”.

Hoy viaja por todo el mundo para hablar de la tragedia en África, pero también en Europa: en Gran Bretaña hay 22.000 niñas en riesgo de ser sometidas a MGF, y 165.000 mujeres a las que se lo hicieron antes de llegar a Inglaterra. En España son 10.000 las menores entre 0 y 14 años en riesgo . Y aunque la ley española lo prohíbe, las familias aprovechan los viajes a sus países de origen (Nigeria, Senegal, Gambia, Guinea o Ghana) para hacerlo. La mayoría de estas menores vive en Cataluña, Andalucía, Canarias y Aragón.

“Los Gobiernos occidentales dan mucho dinero y organizan convenciones, pero no van a la raíz del problema en sus países”. Deben monitorear a las niñas que vienen de Gambia, Somalia o Sudán, apunta Efua. “Tampoco se puede permitir que las autoridades de Tanzania, Uganda o Kenia sepan que hay mutilaciones en masa, con 5.000 niñas a las que les cortan el clítoris al mismo tiempo, y no hagan nada por evitarlo sencillamente porque pierden votos”.

La MGF no es cosa de países, sino de etnias. Egipto y Somalia, dos de los estados con más prevalencia, son muy homogéneos. Desde los 80 ha habido cambios en Eritrea, Etiopía o Nigeria. "Las campañas han sido efectivas, pero podemos hacer más. Es muy interesante que las jóvenes hayan empezado a irse, a huir".