ABC en el Maidán de Kiev: «Empezamos con una revolución, pero ahora tenemos una guerra»
Dos jóvenes artistas regresan a la plaza del Maidán, en el centro de Kiev, para recordar la protesta de 2014 en la que participaron y contar sus impresiones sobre la peligrosa escalada de tensión que se vive ahora con Rusia
Gabriela Ponte y Fotos: Matías Nieto
Los copos de nieve cubren de blanco los adoquines de la plaza de la Independencia en el centro de Kiev. La temperatura, que cae bajo cero durante las primeras horas de la mañana, ahuyenta a los viandantes de las calles y los empuja a moverse ... por la ciudad por los pasillos subterráneos. Kiev solo parece viva bajo tierra. En la despoblada superficie, una imponente columna de cemento sostiene una estatua con los brazos abiertos que parece querer acariciar el cielo de la capital. Ese monumento ubicado en el Maidán, palabra procedente de la lengua persa y cuyo significado es plaza, representa el corazón histórico y político de Ucrania, el epicentro del conflicto desde las guerras soviéticas hasta la revolución de la dignidad.
Ocho años han pasado desde que los ucranianos salieron espontaneamente a las calles a manifestarse contra la decisión del entonces presidente Viktor Yanukóvich de dar marcha atrás al acuerdo de asociación política de Ucrania con Europa. La plaza fue testigo de cómo cientos de miles de manifestantes ocuparon durante 92 días su explanada para luchar por un ambicioso proyecto de una futura Ucrania integrada en el bloque comunitario. Lo que comenzó como una protesta pacífica estudiantil pronto entró en una espiral de violencia que se saldó con la muerte de, al menos, 130 personas, entre ellos 18 policías, y 1.900 heridos, según los datos del Centro de Crisis de Ucrania. Sin embargo, el punto final de los enfrentamientos lo puso la salida clandestina de Yanukóvich del poder y el llamamiento por parte de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) a unas nuevas elecciones para la conformación de un gobierno interino.
Antuanetta Mishenko, de 29 años, y Yarina Tovkailo, de 32 , las dos son músicos que participaron en las protestas de 2014 y regresan a la plaza del Maidán para revivir esos días donde la ola de protestas marcó un antes y un después en sus vidas. Cada una de ellas pasó tres meses equipada con sus mejores armas: una con un piano pintado mitad amarilla y la otra azul (los colores de la bandera ucraniana), colocado sobre una montaña de escombros y de neumáticos quemados que crearon una especie de escenario; la otra con una flauta que hizo sonar durante las largas noches de invierno para animar a los manifestantes que se batían en duelo contra las temidas fuerzas de seguridad, las Berkut.
Ambas recuerdan con tristeza aquel jueves negro de febrero, el día más violento de los disturbios, que cerró con más de 60 fallecidos, la gran mayoría cayó víctima de los disparos en los alrededores de la plaza. A muchos de esos jóvenes los habían conocido y tratado durante los días de acampada.
Miedo a la invasión
«Hace muchos meses que no vengo por aquí», rompe el silencio la joven pianista que mira al horizonte mientras una lluvia de recuerdos golpea su mente. Un día del mes de diciembre del año 2013 cuando salió del conservatorio e iba camino a su casa, ubicada en las afueras de Kiev, se cruzó con un grupo de estudiantes que se manifestaban en la plaza. A los lejos vio el piano y decidió subir a tocarlo. Después de eso no volvió a casa. «Vine al Maidán no por una idea, sino porque la gente estaba siendo asesinada y yo quería evitarlo», y añade que aunque «todo comenzó como una revolución, ahora es una guerra».
Mishenko confiesa estar muy preocupada porque su familia vive en la ciudad de Jersón, con una población de 282.000 habitantes, situada al sur del país a las orillas del mar Negro y muy cerca de la República Autónoma de Crimea. «Todos los días ellos se levantan con miedo a ser invadidos por los rusos», enfatiza.
Las imágenes de esta joven sentada tocando el piano sobre un montón de escombros recorrieron el mundo como la pólvora. Ella protagonizaba los vídeos que mostraban el lado pacífico de las protestas y el sonido de las teclas llenaban los espacios informativos de los telediarios.
«Ahora sé que no puedo parar una invasión, pero puedo enseñar a los niños cómo luchar», señala Mishenko
Antuanetta ya casi cumple 30 años y confiesa sentirse mucho más madura que la chica que estuvo varios meses agitando con sus notas los oídos y los corazones de los manifestantes. «Ahora sé que no puedo parar una invasión, pero puedo enseñar a los niños cómo luchar, porque soy profesora -apunta-. y trataré de hacerlos más conscientes de que no importa qué ocurra en el país, ellos serán ucranianos ante todo», asegura y refrenda su propia tesis de que los chicos más jóvenes «son más nacionalistas porque han crecido con un sentimiento patriótico que no distingue razas, nacionalidades o idiomas y la mayoría está dispuesta a defender a su país».
Viajes al frente
Esa impresión tiene también Tovkailo , la chica que toca la flauta. «Yo no tengo miedo, yo estoy preparada para luchar por mi país», y comenta que acaba de volver de un viaje a la frontera con las regiones separatistas prorrusas de Donesk y Lugansk. Sigue nevando en la plaza, pero mientras habla con ABC muestra varios vídeos en su móvil de cómo el grupo de música del que forma parte estimula y llena de fuerza a los soldados ucranianas desplezados cerca de la línea de contacto con la región del Donbass.
«Escuchar nuestra música tradicional los llena de fuerzas para pelear contra los rusos», asegura la joven de 32 años que tras varios viajes al frente dice que los soldados están fuertes y dispuestos a entregar su vida por el país. Al preguntarle sobre qué le parece la cobertura que han hecho recientemente los medios internacionales sobre la posible amenaza rusa de inavadir Ucrania , comenta que son los que han dado voz a los ucranianos y han llevado a las altas esferas de poder la situación que se vive en el este del país.
«También agradezco al mundo por el apoyo que nos están dando porque es fundamental para mantener unido nuestro territorio», dice. Sobre su experiencia en el frente, resalta el mensaje de los militares a los profesores que, según la artista, piden fomentar la educación en los niños para que crezcan siendo más nacionalistas y con ideas más europeístas.
«Tendremos un mejor futuro si formamos parte de Europa», exclama y no oculta su anhelo de ver a Ucrania integrada en la Unión Europea y alejada de sus vecinos rusos», afirma Tovkailo
«Tendremos un mejor futuro si formamos parte de Europa», exclama y no oculta su anhelo de ver a Ucrania integrada en la Unión Europea y alejada de sus vecinos rusos. Tras casi una década de los episodios más violentos que se recuerdan en Kiev, estas jóvenes reconocen que no solo estaban ahí por un ideal político, sino que también exigían una profunda reforma socioeconómica en el país.
Ucrania, la exrepública soviética de más de 44 millones de habitantes, es el terreno de lucha de los separatistas del este respaldados por Rusia. El conflicto originado por el deseo expansionista de sus vecinos comenzó en 2014 y tras una pausa se ha vuelto a reactivar en los últimos meses. La tensión poco a poco se ha incrementado con la reciente subida de tono del presidente de Rusia, Vladimir Putin, que muestra músculo militar con el despliegue de tropas en la frontera con Ucrania.
Según los medios locales, Putin ha concentrado más de 100.000 soldados en la frontera, preparando una invasión. Occidente, mientras tanto, gana tiempo y amenaza al Kremlin con saciones económicas de gran dureza, al tiempo que envía armas a Kiev. En la capital ucraniana aún no se respira ambiente bélico, pero todos saben que una invasión de Rusia es posible. Aún así, prefieren rebajar la tensión y seguir con su día a día como si nada pasara.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete