La evacuación de extranjeros de Gaza llevará dos semanas al ritmo actual
Por el paso de Rafah a Egipto, la salida de los 7.000 extranjeros y palestinos con doble nacionalidad es lenta y difícil
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Población extranjera y palestina evacuando Gaza a través del paso de Rafah
Al ritmo que va la evacuación de extranjeros de Gaza y el avance israelí en la Franja, puede que la guerra acabe antes de que hayan salido todos. Tras la primera extracción el miércoles de más de 400 extranjeros y palestinos con doble nacionalidad y ... heridos, otros 600 fueron autorizados el jueves a cruzar el paso de Rafah a Egipto. Pero, por la tarde, solo lo habían atravesado unos 100, lo que refleja la lentitud y dificultad del proceso.
Si sigue el flujo de unas 500 personas al día, llevará dos semanas sacar a los 7.000 extranjeros o con doble nacionalidad atrapados en Gaza que Egipto ha prometido dejar entrar en su territorio. Demasiado tiempo de espera para la gravísima situación que se vive en la Franja bajo los bombardeos israelíes, su invasión terrestre y la escasez de ayuda humanitaria, combustible y electricidad.
De los 600 incluidos en la lista de la Autoridad General de Cruces y Fronteras palestina, la inmensa mayoría, 400, tenían pasaporte de Estados Unidos, seguidos de los de Bélgica (50) como grupo más numeroso. El resto tenían pasaportes de Grecia (24), Croacia (23), Países Bajos (20), Sri Lanka (17), Suiza (11), Azerbaiyán (8), Baréin (6), Chad (6), Corea del Sur (5), Macedonia del Norte (4), México (2), Italia y la ONU (4).
En esta ocasión, no constaba ningún español. De los dos que tenían programado salir el miércoles, solo pudo hacerlo Raúl Incertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras (MSF) destinado al sur de Gaza. Este jueves, fuentes oficiales confirmaron la evacuación del otro español, Jesús Sánchez, quien trabaja para la Oficina de Naciones Unidas del Coordinador Especial para el Proceso de Paz en Oriente Medio (Unsco).
Además de extranjeros, Egipto está sacando de Gaza a heridos palestinos graves que no pueden ser debidamente atendidos en los hospitales. De los 32 centros médicos que había en este pequeño territorio densamente poblado, solo funcionan ya la mitad al quedarse sin electricidad por la falta de combustible para alimentar sus generadores de emergencia. A tenor de Médicos Sin Fronteras (MSF), unos 20.000 heridos están atrapados en la Franja, donde una de sus trabajadoras palestinas describe así la situación: «Estamos viviendo una pesadilla con los ojos abiertos. No tenemos cubiertas las necesidades humanas básicas. Más de un millón de gazatíes han sido desplazados, entre ellos mi familia y yo. Nos movimos del norte a lo que llamaron zona segura, al sur del valle de Gaza, pero ningún lugar está a salvo. Aquí se están cometiendo masacres. Familias enteras han sido exterminadas».
Matanza
En una grabación de audio enviada por MSF, la trabajadora denuncia que «los ataques aéreos se dirigen también contra edificios próximos a los hospitales» y se queja de que «no sabemos si vamos a volver a casa». Después de tres semanas de guerra, lo único que tiene claro es que «nadie está haciendo nada para detener la matanza. Dicen que la guerra está justificada, pero yo solo veo civiles atacados y asesinados». Y termina con una desgarradora petición: «Tenednos presentes en vuestras oraciones y pensamientos».
Por su parte, un grupo de la ONU de expertos en Derechos Humanos, entre ellos el relator especial para Palestina, alertó en un comunicado de que «se acaba el tiempo para impedir un genocidio y una catástrofe humanitaria en Gaza». A su juicio, el «pueblo palestino corre un serio riesgo de genocidio» y «los aliados de Israel también tienen su responsabilidad y deben actuar ya».
Además de extranjeros, Egipto está sacando de Gaza a heridos palestinos graves que no pueden ser debidamente atendidos en los hospitales
Mientras continúan los bombardeos indiscriminados de Israel, que asegura haber lanzado más de 10.000 proyectiles desde el salvaje atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre, el Ministerio de Salud palestino eleva la cifra de fallecidos a más 9.000, de los que 3.760 son niños. Entre ellos destacan los muertos en los ataques sobre el campo de refugiados de Jabalya, el mayor de los ocho que operan en Gaza, donde al menos 50 personas han perdido la vida y, según Hamás, más de 200.
Tal y como informa el periódico estatal egipcio ‘Arham’, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, está a favor de entablar negociaciones políticas sin poner condiciones sobre el alto el fuego, la apertura de los corredores humanitarios y la entrada de ayuda en Gaza. Toda una muestra del tremendo impacto que está teniendo la operación militar israelí. Intentando mediar, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viaja este viernes a Oriente Próximo. Como anuncia en X (antiguo Twitter), «no tenemos que elegir entre defender a Israel y ayudar a los civiles palestinos. Podemos y debemos hacer ambas cosas».