Fin de semana negro en el conflicto kurdo de Turquía

El incidente más grave tuvo lugar el viernes en Hakkari, en la frontera con Irak, cuando un enfrentamiento entre el ejército y la guerrilla dejó un total de tres soldados muertos y seis heridos. Se desconoce el número de bajas entre los militantes kurdos. El día anterior, el PKK mató a un sargento con una mina detonada por control remoto en Bingöl , provincia en la que otro oficial fue también herido en un ataque armado contra un cuartel ese mismo día.

Ayer, otro soldado y tres guerrilleros murieron durante un enfrentamiento en la provincia de Kars. Por la tarde, un oficial de policía resultó herido en un atentado con bomba contra la sede del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en Diyarbakir, la capital de las regiones kurdas de Turquía . La cifra total de víctimas entre los miembros de las fuerzas de seguridad turcas desde el pasado 20 de julio es de al menos 40 muertos y 175 heridos.

La situación es tal que las autoridades han proclamado el toque de queda en el distrito de Varto, en la provincia de Mus, y es probable que extiendan la medida a otras regiones. «Nadie puede obligar al PKK a abandonar las armas ni a retirarse de Turquía», declaró este fin de semana Cemil Bayik, uno de los máximos líderes de la guerrilla, a una cadena de televisión kurda con sede en Bélgica.

El país, además, se encuentra en alerta ante la posibilidad de atentados del Estado Islámico . La policía turca ha incautado 30 chalecos suicidas en pisos francos de los yihadistas, varios de los cuales estaban listos para ser usados, según informó un funcionario de seguridad al diario turco «Hürriyet Daily News». «Algunos de los chalecos habían sido diseñados para individuos específicos», afirmó el oficial. Las autoridades turcas, así, habrían logrado abortar estas operaciones por el momento.