Lula y Sócrates: amistades peligrosas

La sintonía política entre ambos mandatarios de ideología socialista fue un hecho a lo largo de los ocho años que coincidieron en el poder: el primero resultó elegido en 2003; el segundo, dos años después. Ambos permanecieron en la cúspide hasta 2011.

Hasta aquí todo encajaba sin sospechas a la vista: amistad y objetivos compartidos . Pero ahora los contratos urdidos por las empresas brasileñas Odebrecht y Andrade con las portuguesas Bento Pedroso y Zagope están en el punto de mira.

Lula y Sócrates ejercieron de intermediarios para un volumen global de 900 millones de euros . Las oscuras maniobras ocultas parecen revelar el pago de fuertes comisiones para los dos.

Los contratos afectaban a la construcción de diques y a las autopistas de Grande Lisboa, Baixo Tejo y Douro Litoral, así como a la modernización de escuelas.

Además, Sócrates frenó presuntamente los negocios entre Telefónica y Portugal Telecom, con el fin de impulsar la alianza con la brasileña Oi. Pudo haber sido compensado con 200 millones de euros , que aparecieron en las cuentas suizas de sus testaferros. Una prueba de que la buena onda y la coincidencia de intereses entre ambos dirigentes no se limitó a situaciones coyunturales o aisladas.

La nueva línea de investigación cae como una losa sobre el ex primer ministro portugués, que acaba de cumplir ocho meses en prisión preventiva precisamente por corrupción, fraude fiscal, tráfico de influencias y blanqueo de dinero.