Quiénes van a pagar y otras preguntas sobre el rescate europeo para Grecia

El tercer rescate griego lo pagarán los países de la zona euro a través del Mecanismo de Estabilidad Financiera, que es el organismo creado precisamente para asistir a los países en crisis. El ESM se encarga de buscar dinero en los mercados internacionales, y obtiene muy bajo interés porque tiene la máxima calificación crediticia debido al respaldo de las principales economías europeas.

Cada país tiene que aportar según su porcentaje de participación en el ESM. Alemania, con el 27% del capital, tendrá que asumir más de 23.000 millones; Francia, unos 17.000 millones; e Italia, cerca de 14.000 millones. España ostenta casi el 12%, de modo que le corresponden unos 10.000 millones, siempre que se mantenga la cifra de 85.000 millones para el total del tercer rescate.

Los países miembros de la Eurozona tienen que asumir las decisiones que se toman de manera colectiva, de modo que en principio no se contempla. Si el Parlamento de un país rechaza el pago del rescate se abriría la incógnita.

Reino Unido no puede vetar que se use el ESFF si no le apoyan también países como Suecia, Dinamarca o Polonia. Para evitar eso, la Comisión propondrá un pacto según el cual se tratará de una transferencia temporal y en la que, en cuanto se haya acordado el tercer rescate, el dinero que Grecia debe pagar al BCE se devolverá íntegramente al ESFF.

El término «recuperar el dinero» es equívoco porque en realidad no se trata de préstamos directos, sino de garantías. Cada país avala los créditos que se solicitan para entregar a Grecia, porque Atenas no tiene acceso a los mercados en su nombre. Pero si Grecia no lo pagara, entonces cada país sería responsable de la deuda que avaló. Esas garantías pueden extenderse en el tiempo por más de 30 años.