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Entrevista con el ministro de Exteriores tunecino

Taieb Baccouche: «Túnez quiere ser laico, no ateo»

El Gobierno tunecino trata de contener la fuga de los jóvenes a la Yihad

Taieb Baccouche: «Túnez quiere ser laico, no ateo» isabel permuy

f. j. calero

El ataque yihadista contra el museo del Bardo, en Túnez, que se cobró las vidas de 25 personas, 19 de ellas turistas extranjeros, no solo pretendía sembrar el terror en una potencia turística, sino también desestabilizar el único triunfo democrático de las revueltas árabes de 2011. Dos meses después, el ministro de Asuntos Exteriores tunecino, Taieb Baccouche (Jemmal, 1944), del partido laico Nidá Tunis que ganó las últimas elecciones legislativas y presidenciales de 2014, visita Madrid para hablar de cómo pretende garantizar la seguridad de sus compatriotas ante el caos libio y la amenaza terrorista.

-Para usted, ¿ser musulmán significa ser islamista? ¿Su Gobierno lucha por un Túnez laico?

-No, ser musulmán es pertenecer al islam, e islamista es apoyar el islam en la acción política. Un Estado laico no tiene por qué ser sin islam, y mi Gobierno quiere un Túnez laico, que no ateo.

-Túnez, pese a considerarse el único éxito democrático de las revueltas árabes de 2011, es el país que más yihadistas (3.000) envía al califato. ¿Por qué sucede esto?, ¿qué ha hecho mal Túnez con sus jóvenes?

-Eso es una visión muy simplista. Los jóvenes que han hecho la revolución la hacían sin ideología Fue una reacción contra el paro, la pobreza y por la libertad. Pero esta juventud, que esperaba que la situación mejorara después de la revolución, no ha visto ni que haya bajado el paro, ni que haya mejorado su condición económica... no ha visto ningún resultado de las revueltas. Se revuelven contra eso. Y luchan con el yihadismo no por convicción, sino por la aventura y por el dinero. Es una reacción de decepción contra el hastío, pero los criminales no son ellos, sino quienes les han lavado el cerebro en las mezquitas prometiéndoles el paraíso. Túnez debe dar esperanzas a los jóvenes, pero necesita ayuda internacional.

-¿Si la situación continúa así, habrá Túnez fracasado como país?

-Evidentemente, si el Estado no hace nada para convencer a los jóvenes para dejar la yihad, Túnez habrá fracasado.

-¿A más libertad, mayor radicalismo?

La libertad es un valor, no puede favorecer el radicalismo. El radicalismo es la antilibertad. Hay evidentemente radicales que se aprovechan de la libertad, como sucede en Europa, donde hay partidos de extrema derecha e izquierda y se aprovechan, y ahí la Ley debe ser la regla.

-¿El partido opositor islamista Ennahda, que tiene algunas carteras en su Gobierno, favorece esa radicalización?

-Ennahda puede que inicialmente haya favorecido la radicalización de los jóvenes, pero ahora ha cambiado de discurso, hasta el punto de tener uno muy parecido al nuestro. Su objetivo no debe ser la islamización del Estado, ni la creación de un califato, sino un Túnez moderno y democrático.

-¿Es comparable la deriva egipcia a lo que pueda ocurrir en Túnez?, ¿qué opinión le merece la condena al expresidente Mursi?

-Los Hermanos Musulmanes están en otra situación. Han sido apartados del Gobierno, del Ejército… ¿Se van a radicalizar? Seguramente porque la represión radicaliza. Por otro lado, como defensor de los Derechos Humanos, estoy en contra de la pena de muerte, especialmente si es por temas políticos.

-Tras el tiroteo de hace unos días en un cuartel militar , reivindicado por un grupo afín al Estado Islámico, y sobre todo tras el atentado del Bardo, ¿hay alarmismo por el terrorismo?

-No hay alarmismo, hay vigilancia. Tenemos que controlar más y mejor las fronteras. Y por otro lado, lo que ocurrió hace dos días no creo que fuera un atentado terrorista.

-¿Qué actores políticos están más interesados en el fracaso de la democracia en Túnez?

-Evidentemente, todos los que están en contra de la libertad, no voy a nombrar a nadie, pero es normal que los fascistas, teócratas, terroristas, que son anti-Estado, quieran acabar con los símbolos del Estado.

-¿Los países del Golfo?

-No sé si los países del Golfo quieren o no acabar con nuestra democracia, eso pregúntaselo a ellos.

-¿Qué le parece la sátira de la revista «Charlie Hebdo»?

-Independientemente de todas las consideraciones de libertad de opinión, pienso que esa provocación es inútil porque puede haber reacciones violentas de los extremistas. Hay que evitar eso.

-¿Túnez debe hacer más por la estabilización de Libia?

-Sí, debemos multiplicar nuestros esfuerzos como tunecinos. Coordinando la acción con otros países de la región, así como con la comunidad internacional. La estabilización de Libia es la mejor forma de limitar la acción de los terroristas.

-Las cifras del turismo en Túnez han bajado desde el atentado de Bardo. ¿Cree que los turistas españoles temen venir a su país?

-Sí, pero en Túnez deseamos un mayor espacio para el europeísmo, que no nos importe solo lo económico, sino un intercambio cultural para un mejor entendimiento que favorezca el cambio en la región.

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