Monika Hohlmeier: «Hace falta una intervención militar en Libia para salvar vidas»

En un seminario organizado en Bruselas para preparar esta discusión en el seno del grupo popular, en el que han participado el presidente y portavoz europeo, el alemán Manfred Weber, y el jefe de la delegación española, Esteban González Pons, las palabras de Hohlmeier sonaron como un aldabonazo de realismo: «En los últimos tres meses se han rescatado más inmigrantes que en todo el año pasado. Necesitamos un mecanismo claro para distribuir la carga. Necesitamos un organismo de crisis europeo», asegura.

Cuando le preguntaron si pensaba que si se hubiera mantenido la gran operación « Mare Nostrum », organizada por Italia el año pasado para patrullar las costas en busca de náufragos, no se hubiera producido esta crisis, su respuesta no oculta los temores de que haya soluciones que puedan provocar efectos no deseados: «Sencillamente no se puede decir que con Mare Nostrum se habrían salvado más vidas, sin saber que también habríamos puesto muchas más en peligro si no se lucha al mismo tiempo y con eficacia contra las mafias de tráfico de personas, porque aumentarían los que intentarían la travesía atraídos por una mayor garantía de que serán rescatados. Para hacer menos atractiva la inmigración ilegal es necesario dar más posibilidades legales de llegar a Europa, pero que sean auténticas posibilidades. Decir que Mare Nostrum resolvería el problema cuando hay 50 millones de personas pensando en emigrar, sencillamente no es verdad».

-¿Entonces cree que la solución pasa por reforzar el papel de la agencia Frontex de control de fronteras?

-Frontex también tiene como mandato el socorro de naufragos, pero esta crisis no se puede resolver solo con control de fronteras. Yo pediría una intervención militar porque no se puede ir a la costa libia con guardacostas ligeros y sin protección adecuada. Creo que es necesaria una intervención militar internacional para intentar salvar vidas. Frontex tendría que hacer frente a traficantes de personas que tienen ametralladoras y que están conectados con los terroristas del Estado Islámico.

-¿Eso quiere decir que el objetivo militar sería simplemente contener la salida de barcos o piensa que el objetivo debería ser estabilizar Libia?

-Si yo supiera cómo estabilizar Libia, sería estupendo. Pero en la situación actual para parar esta crisis hay que luchar contra las mafias y sus conexiones con los terroristas. Hay que tratar de que Libia recupere algo parecido a la normalidad para evitar que el país caiga en manos del Estado Islámico. Los ministros de Defensa europeos deben decidir hacer algo, porque de otro modo los terroristas se harán con una base frente a nuestras costas y con recursos para atacar a nuestros ciudadanos.

-Se necesita también el apoyo de los países vecinos.

-Por supuesto. Tenemos que aportar mucho más dinero en ayudas a los países vecinos. Túnez, por ejemplo, desea ayudarnos pero necesita desesperadamente nuestra ayuda para hacerlo y para preservar su propia estabilidad. El sur del Mediterráneo es un territorio interconectado. ¿No queremos a Assad? De acuerdo, pero entonces me gustaría ver una alternativa para estabilizar la situación en Siria y en esto también me gustaría ver una mayor implicación por parte de la Liga Árabe, algunos de cuyos miembros tienen dinero suficiente para hacerlo.

El Partido Popular Europeo propondrá al segundo grupo más importante de la cámara, los socialistas, un pacto básico para hacer frente a la crisis en el Mediterráneo con las ideas esenciales que después se negociarán con la propuesta que el lunes hizo pública la Comisión Europea. Y esperan llevar la discusión al próximo pleno en Estrasburgo. La legislación sobre refugiados es algo que se ha venido posponiendo hasta que la crisis ha cogido la delantera. Todos los países saben que deben actuar conjuntamente de forma sistemática para repartirse la carga de los refugiados, pero no siempre es tan fácil hacerlo.

«Por supuesto», dice Hohlmeier. «Debemos establecer primero un sistema para conocer de forma realista el esfuerzo que hace cada cual, porque por ahora el 70% de los refugiados que vienen del Norte de África van a cuatro países. La regulación de Dublín dice que los países europeos deben compartir la carga. Debemos enviar a especialistas a Turquía para ayudar realmente a los que están allí, no para consolidar los campos de refugiados y hacerlos permanentes».

Y, por supuesto, está el problema del efecto que estas imágens de llegadas masivas tienen en las sociedades europeas. «El temor a perder el puesto de trabajo por culpa de los inmigrantes es irracional, pero es algo que se produce y los populistas explotan esta situación». Por ello propone que se revisen los mecanismos existentes para organizar de la mejor manera posible la emigración legal, dentro de los límites de la legalidad. «En el PPE también decimos que cuando se compruebe que no están perseguidos, que esas personas sean devueltas a sus países si no están en situación legal».