El líder de los socialistas portugueses visita a Sócrates en prisión

Sócrates «es el un luchador y luchará por lo que cree, por su verdad (...) Lo que es importante es que dejemos a la Justicia funcionar» con todas las garantías, tanto para la defensa, como para la investigación, dijo a los medios Costa, quien resaltó que la visita es a título personal.

Hasta el momento, Costa, todavía alcalde de Lisboa, había mantenido distancia con el caso.

Para evitar contaminación a menos de un año de las legislativas, ha insistido en separar la prisión del antiguo secretario general del PS con la acción política del partido, que, desde 1974 se ha alternado en el poder con el centro-derechista Partido Socialdemócrata.

Mário Soares, presidente entre 1986 y 1996, volvió a insistir en la defensa de Sócrates, al que considera víctima de un proceso político, aunque de forma menos vehemente que en su primera visita al presidio a finales de noviembre.

«Le encontré muy bien desde el punto de vista intelectual (...) No hay ninguna razón para que siga tanto tiempo preso», opinó el barón, que acaba de cumplir 90 años.

A pesar de los «habeas corpus» y de los recursos de la defensa, el primer ministro entre el 2005 y el 2011 continúa entre rejas como uno de los imputados de la llamada «Operación Marqués» a la espera de ser juzgado.

De los cuatro implicados, sólo quedan dos en prisión: el propio Sócrates y el empresario Carlos Santos Silva, amigo personal suyo.

Sócrates está acusado de participar en «operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación», según divulgó la Fiscalía lusa el día de su detención, el 22 de noviembre.

Filtraciones a medios lusos apuntan a que el antiguo dirigente socialista cuenta con una fortuna superior a los 20 millones de euros, dinero que guardaba supuestamente en cuentas bancarias a nombre de un testaferro.

Sócrates, de 57 años, ya defendió su inocencia a través de varias cartas, en una de las cuales calificó las acusaciones de «absurdas, injustas y sin fundamentos».