Shinzo Abe: «estoy muy impresionado con la recuperación económica de España»

Abe no ahorró elogios a España. Una de las primeras ocasiones en que alguien describía la recuperación española con una palabra que se ha repetido después hasta la saciedad: «Impresionado». El gigante económico de Asia se dejaba caer por España de mano del primer ministro de Japón, Shinzo Abe. Recibía a ABC en la víspera de su encuentro con Rajoy, y esto era lo que narraba.

«Voy a Santiago de Compostela por la enorme trascendencia histórica y religiosa que tiene esa hermosa ciudad», asegura a ABC el primer ministro de Japón, Shinzo Abe. «Y también porque es la ciudad natal de Mariano Rajoy», añade. El mandatario de la tercera potencia económica mundial se reúne este domingo con el presidente del Gobierno español en la capital gallega para impulsar las relaciones bilaterales entre los dos países y repasar juntos los asuntos más urgentes de la agenda internacional, entre ellos la complicada situación que se vive en Ucrania.

Abe, hijo y nieto de políticos ilustres de Japón —su abuelo, el primer ministro Kishi, fue el promotor de la alianza estratégica con Estados Unidos— es considerado por sus colaboradores, amigos y conocidos como un hombre de finos modales y educación exquisita. Y hace gala de ello siempre que tiene una oportunidad: «El año pasado recibimos la visita del presidente Rajoy en Japón, durante la cual mantuvimos un diálogo de gran interés para ambos países. En esta ocasión, he aceptado encantado su invitación para visitar su tierra y viajo, además, con la convicción de poder afianzar nuestra amistad».

—Este año se conmemora el 400 aniversario de las relaciones bilaterales entre los dos países, el llamado Año Dual España-Japón. ¿Cuál es el balance de estos meses de actividades conjuntas?

—En junio del pasado año, Su Alteza Imperial el Príncipe Heredero de Japón visitó España, con motivo de la inauguración del Año Dual España-Japón, y pudo disfrutar de la cálida hospitalidad española en todos los lugares que visitó. Además, durante su estancia en Galicia recorrió un tramo del Camino de Santiago. Déjeme recordarle que en Japón, al sur de Kyoto, existe también un camino de peregrinación, el Camino de Kumano o Kumano Kodo, que es transitado anualmente por miles de personas. Estos dos caminos se han hermanado y ambos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Mi visita es la primera que realiza un primer ministro de Japón a España en once años. Con ella, pretendo intensificar el acuerdo de «Asociación para la paz, el crecimiento y la innovación», la declaración conjunta de octubre del año pasado con el presidente Rajoy, así como consolidar unas relaciones de cooperación que, con 400 años de historia, obviamente se han intensificado durante este Año Dual España-Japón.

—¿Cuáles son los objetivos de su visita a España y de su entrevista con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy?

—Personalmente, estoy muy impresionado con la rápida recuperación económica de España y confío en que se intensifique en el futuro. En este contexto, con esta visita pretendemos ahondar en nuestra relación en los ámbitos como el comercio, las inversiones o el turismo. Pero también queremos relanzar la cooperación en materia de seguridad; impulsar la cooperación con América Latina y Asia, mejorar los intercambios en el ámbito del deporte con vistas a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y, por último, fomentar las relaciones de intercambio entre las jóvenes generaciones de españoles y japoneses con el programa bilateral de movilidad de jóvenes («working holidays»). Con todo ello, albergo la gran esperanza de poder dar un paso adelante y abrir nuevos horizontes en nuestras relaciones.

—Visita usted España en momentos de incertidumbre y preocupación para los europeos por los acontecimientos que se están viviendo en Ucrania. ¿Cuál es su diagnóstico de la situación en ese país y qué cree que se puede hacer para solucionarla?

—Quiero recalcar ante todo que no se debe permitir un cambio en el statu quo de un país por la fuerza. Y deseo recordar a todos los países de la región que la situación de Ucrania no es solo algo que afecte a Europa, sino que se trata de un problema global que también concierne a Asia. Con la intención de colaborar en la estabilización de Ucrania, Japón ha establecido ayudas para la recuperación de su economía y de los principios democráticos, así como la integración y el diálogo. Para ello, se han destinado ayudas para el equipo de observadores especiales de la OSCE, y para la implantación de las medidas de emergenci a adoptadas por el Consejo Europeo. En adelante, y en colaboración con los países del G7, desempeñaremos nuestro papel para lograr una solución pacífica y diplomática de este problema.

—Japón mantiene un contencioso territorial con Rusia por las islas Kuriles, que la Unión Soviética invadió tras la Segunda Guerra Mundial. Occidente contempla la acción exterior de la Rusia de Putin como una política cada vez más agresiva, sobre todo respecto a las repúblicas exsoviéticas. ¿Considera su Gobierno que dicha política puede acarrear un incremento de la tensión con Rusia por esos territorios en disputa?

—Yo confío en el diálogo. Yo apuesto siempre por el diálogo, tanto para Ucrania como para solucionar cualquier otro conflicto. En un entorno cada vez más complejo para la seguridad como es el de la región de Asia-Pacífico, las relaciones ruso-japonesas son importantes. Manteniendo también la vía del diálogo con Rusia, seguiremos avanzando en unas relaciones ruso-japonesas que además se puedan armonizar con nuestros intereses nacionales. Con estos parámetros, continuaremos las negociaciones para resolver el conflicto de las islas Kuriles y firmar un tratado de paz.

—En los últimos años, debido a la política expansionista de China en la región Asia-Pacífico y las cuestiones históricas, como su visita al santuario Yasukuni, donde se velan las almas de todos los fallecidos en las guerras que ha librado Japón, la relación entre su país y China se ha enfriado. ¿Cuál es su valoración de estas relaciones y cómo pueden mejorarse?

—Como le he dicho antes, para mí la solución de todos los problemas tiene que basarse en el diálogo, un diálogo sincero y franco. Para Japón, la relación bilateral chino-japonesa es una de las más importantes y en ningún caso se verá interrumpida, tampoco en el aspecto económico, porque China es nuestro principal socio comercial, ni en ningún otro ámbito. Además de que las empresas japonesas son mayoritarias en China, este país, a su vez, importa productos semimanufacturados, que solo se pueden fabricar en Japón, para exportarlos posteriormente como productos manufacturados. Por otra parte, cada año se produce un flujo de aproximadamente 4,2 millones de personas entre ambos países lo que influye muy positivamente en los intercambios académicos, regionales y locales. En estos momentos es innegable que existen diferentes problemas entre Japón y China y para solucionarlos debemos volver a lo que se ha denominado una «Relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes» para evitar que afecten a la relación en su totalidad. Por ello, considero fundamental el desarrollo de unas relaciones mutuas desde una perspectiva global. Las puertas del diálogo por parte de Japón están siempre abiertas y esperamos la misma actitud por parte de China.

—En su país hay opiniones favorables al fortalecimiento de la alianza con Estados Unidos y a la revisión del artículo 9 de la Constitución nipona (que prohíbe de facto tener fuerzas armadas con potencial bélico y mantener solo unas fuerzas de autodefensa) para hacer frente a la amenaza militar china. ¿Cuál es su opinión sobre este asunto?

—Junto con Estados Unidos, Corea del Sur y otros países de la región, haremos todo lo posible para que China desempeñe un papel más constructivo y de cooperación en los asuntos regionales y globales. Y para que acate las normas internacionales.