Los prorrusos denuncian la muerte de dos civiles por fuego ucraniano en Donetsk

Las autoridades municipales de la ciudad, habitada por casi un millón de personas antes del estallido del conflicto armado, han confirmado cañoneos aislados contra zonas residenciales de la urbe durante la pasada madrugada.

Los rebeldes también han denunciado otras violaciones del alto el fuego por parte de las tropas ucranianas que habrían tenido lugar a última hora de ayer junto al aeropuerto de Donetsk, controlado por las fuerzas de Kiev aunque rodeado por los prorrusos.

Por su parte, el coordinador del portal «Resistencia Informativa», Dmitri Timchuk, muy próximo a las fuerzas de Kiev, ha asegurado que han sido los separatistas quienes han disparado con tanques y «Grad» contra las posiciones ucranianas en el aeropuerto.

Igualmente, ha denunciado más de medio centenar de violaciones de la tregua por parte de los sublevados durante las últimas 24 horas por toda la geografía de las rebeldes regiones orientales de Donetsk y Lugansk.

Según el mando militar ucraniano, un grupo de observadores de la OSCE cayó bajo fuego de los milicianos sin que nadie resultara herido cuando se encontraba junto a las posiciones ucranianas en la región de Lugansk.

Salvo algunos incidentes aislados, la tregua decretada el pasado 5 de septiembre por los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania se mantiene y las partes cumplen en general tanto con los 12 puntos recogidos en el protocolo del alto el fuego aprobado entonces como con el Memorándum de Minsk firmado este sábado.

«Hoy, han sido liberados 10 miembros de los batallones (voluntarios) de defensa territorial. Entre ellos hay un oficial», ha escrito en su Twitter el presidente ucraniano, Petró Poroshenko .

Las partes prevén canjear a otros 60 de sus hombres por cada bando a lo largo de la jornada de este miércoles, según un portavoz de los rebeldes.

También se está cumpliendo el repliegue del armamento pesado desde las posiciones que ocupan las fuerzas armadas ucranianas y los insurgentes prorrusos en las zonas rebeldes, según dijo hoy el jefe de la autoproclamada República Popular de Lugansk, Ígor Plótnitski.

La retirada es parte de lo acordado en el Memorándum de Minsk, que acuerda la creación de una zona desmilitarizada de 30 kilómetros de la que deben ser retiradas las piezas de artillería y los tanques con cañones cuyo calibre sea mayor de 100 milímetros.

Según la ONU, más de 3.000 personas habrían muerto desde abril en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, donde antes del estallido de la sublevación armada contra Kiev vivían más de 8 millones de personas.