Los yihadistas decapitan a un amigo de los musulmanes y llaman «perro faldero» a David Cameron

Un clon exacto de las ejecuciones de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, en el que el mismo verdugo encapuchado corta el cuello al rehén escocés, ataviado como siempre de naranja y en idéntico decorado desértico y pedregoso. Solo cambia el nombre del político al que interpela el verdugo, que esta vez es David Cameron y no Obama . La ronda macabra continuará. En el final del vídeo, de dos minutos y medio, el asesino conocido como JIhadi John, y que podría ser el joven ex rapero londinense Abdel-Majed Abdel-Bary, amenaza con su habitual acento inglés distorsionado al cooperante Alan Henning .

La nueva víctima es un trabajador británico en la ayuda humanitaria, secuestrado a 39 kilómetros de la ciudad siria de Alepo. David Cawthorne Haines tenía 44 años y dos hijas, una de 17 de su primer matrimonio en Escocia con Louise, de la que se divorció, y otra de cuatro con su actual esposa, la croata Dragana, con la que contrajo matrimonio hace cuatro años, una ceremonia en la que él se mantuvo fiel a la falda escocesa y ella se atavió con el vestido folclórico local. «Era todo para nosotros. Nuestra vida. Era un hombre y un padre fantástico. Nuestra hija me preguntaba cada día por él. Nadie puede entender como nos sentimos».

Radicado en Zagreb, el rehén asesinado combinaba su trabajo como jefe de seguridad de agencias de cooperación con su labor comercial en una empresa italo-croata de cocinas. Haines nació en East Yorshire, pero se crió en Perth, en Escocia. Militar, durante 12 años sirvió en la Royal Air Force (RAF). Lo dejó para lanzarse a la aventura humanitaria, para ayudar a los demás.

Se distinguió especialmente en la posguerra de los Balcanes, por su cooperación con los musulmanes que habían perdido sus casas. Gozaba de gran prestigio entre ellos, que lo apodaban cariñosamente como «El Loco Escocés» por su entusiasmo y buen humor. Llegó incluso a organizar unos conciertos filantrópicos de éxito, llamados «Música contra las minas». «Era como si hubiese sido enviado por el cielo para ayudarnos», recuerda la mujer que fue su casera en la ciudad de Petrinja.

David fue secuestrado en Siria en marzo del año pasado, cuando volvía desde la cercana frontera turca hacia el campo de refugiados de Atmeh. Dos vehículos interceptaron el suyo y se lo llevaron a él y al periodista italiano Federico Motka. El reportero fue liberado el pasado abril, después de que el Gobierno de Roma pagase un rescate de seis millones de euros.

Reino Unido y Estados Unidos mantienen un firme veto al pago de rescates, porque consideran que alimentan la industria del terror. Haines, al que recuerdan como un hombre muy experimentado y decidido, había trabajado con las ONG's en algunos de los lugares más peligrosos del planeta. En 2011 estuvo en Libia, en plena guerra contra Gadafi, con la organización Handicap Internacional. Posteriormente viajó a Sudán del Sur. En Siria trabajaba para Acted, la Agencia para la Cooperación y el Desarrollo francesa.

Como es habitual en la escenografía de los asesinatos de Estado Islámico, rodados con dos cámaras y muy cuidados para que resulten lo más efectistas posibles, el rehén, sin duda maltratado previamente para quebrar su voluntad, pronuncia un discurso en el que culpa a los políticos de su país de su muerte: «Mi nombre es David Haines, quiero declarar que te hago a ti, David Cameron, enteramente responsable de mi ejecución. Has entrado voluntariamente en la coalición de Estados Unidos contra el Estado Islámico, como hizo tu predecesor Tony Blair. Desgraciadamente, somos nosotros, el pueblo británico, los que al final pagamos», dice el rehén, de rodillas, con las manos atadas a su espalda, con el hábito naranja y un encapuchado blandiendo un cuchillo a su lado. Sus palabras pierden así todo crédito.

Acto seguido, llegan las amenazas rituales del verdugo, que llama a Cameron «perro faldero» de Obama: «Si tú, Cameron, persistes en pelear contra el Estado Islámico, entonces tú, como tu maestro Obama, tendrás la sangre de tu gente en las manos». La voz de Jihadi John suena de nuevo distorsionada, aunque se capta su buen acento inglés .

Se calcula que 500 jóvenes británicos, de segunda o tercera generación de inmigrantes musulmanes, han viajado a Siria e Irak para unirse a la yihad. Reino Unido teme su regreso y está en el segundo grado máximo de alerta. Cameron ha llegado a proponer que se retire el pasaporte a los sospechosos que intenten volver. El Gobierno británico se ha sumado a la campaña de bombardeos de Obama y ha anunciado que cooperará con el nuevo Ejecutivo de Bagdad para armar a los guerrilleros kurdos, los peshmergas, que hasta ahora han sido la mejor baza, en realidad casi la única, contra la crecida de EI. Los bombardeos estadounidenses del lunes y el jueves han supuesto un castigo duro para EI, que podría tener unos 20 rehenes occidentales, entre ellos cooperante estadounidenses, británicos, japoneses y un danés.

El asesinato de David Haines , que llega once días después del de Steven Sotloff, el periodista judío estadounidense, era por desgracia absolutamente esperado. Algunos expertos en seguridad especularon incluso en su día que Estado Islámico podía haber matado a los tres rehenes en un corto espacio de tiempo, para luego ir difundiendo los vídeos de manera espaciada a fin de explotar su impacto intimidatorio y propagandístico, que cuidan con detalle.

El buen acabado del rodaje de las matanzas es una de las novedades de Estado Islámico respecto a las ejecuciones de Al Qaida, que mató con el mismo sistema y similar planteamiento a varios rehenes occidentales tras la guerra de Irak. La mayor calidad se atribuye a los conocimientos en el mundo de la imagen de algunos jóvenes occidentales que se han enrolado como terroristas.

David Cameron dio su sentido pésame a la familia y prometió que el Reino Unido capturará a los asesinos : «Mi corazón está con la familia, que ha mostrado un extraordinario coraje. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para dar caza a esos asesinos y llevarlos ante la justicia, cueste el tiempo que cueste». En su primera reacción, un comentario en la red Twitter , el premier calificó el decapitamiento de Haines de «acto diabólico». Como siempre, la emisión concluye mostrando la cabeza del rehén separada de su cuerpo.

Estado Islámico está considerado el grupo terrorista más rico de la historia, por el dinero que obtiene con el robo de gas y petróleo, los rescates, y los robos y extorsiones en el territorio que domina. Es también la primera banda terrorista que se ha enseñoreado de un área muy extensa, del tamaño de un pequeño país.