El fiscal de los juicios de Nuremberg da por hecho que quienes derribaron el MH17 quedarán impunes

De las 298 víctimas mortales de la tragedia del MH17, 196 eran holandesas y 37 australianas. Pocas horas después del drama, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, se comprometió a no escatimar esfuerzos hasta que se aclare qué ocurrió exactamente. A este respecto, Ferencz asegura que las buenas palabras del «premier» holandés tenían un trasfondo meramente político, para intentar mitigar la tristeza, suavizar el dolor y aplacar la impotencia de las familias de los fallecidos.

«Ese tipo de promesas son políticas. Las personas quieren escuchar ese tipo de cosas. Lamentablemente, en la práctica no va a pasar nada», sentencia el exfiscal.

Ferencz ha sido uno de los principales abanderados del proyecto que finalmente logró, en 1998, el establecimiento en La Haya de la Corte Penal Internacional (CPI). De hecho, fue quien en 2011 realizó el alegato final en el primer caso presentado en ese tribunal, contra el exlíder rebelde Thomas Lubanga, por reclutar niños soldados en el Congo .

No obstante, en el caso del MH17 no hay esperanza de justicia para los familiares de las víctimas, afirma. «En caso de que se haga alguna vez luz sobre los hechos, y ésa es en el fondo la gran cuestión, los autores (del presunto derribo) no serán extraditados (a La Haya). Creo que en estos momentos no hay tribunal alguno ante el cual se pudiera presentar este caso, en todo caso no ante la CPI», asegura.

Por otro lado, está previsto que el Consejo de Investigación para la Seguridad de los Países Bajos (Onderzoeksraad voor Veiligheid, OVV) publique entre hoy y mañana las conclusiones del primer informe sobre las causas del drama, que se basa en los datos que han logrado recabar hasta la fecha sus expertos. Se trata sobre todo de informaciones de satélites, de datos recogidos en las cajas negras del MH17 (registros de datos y de voz en la cabina), imágenes de radar e informaciones de las autoridades de tráfico aéreo.

No obstante, los investigadores del OVV no han podido pisar el terreno donde se encuentran los restos del aparato debido a la gran inseguridad en la zona, una región disputada entre las tropas ucranianas y los separatistas prorrusos.

A pesar de esas dificultades , un portavoz del OVV aseguró que los datos disponibles hasta la fecha son suficientes para comenzar a dibujar un primer e ilustrativo esbozo de lo ocurrido.