La columna de blindados separatistas se retira hacia la frontera tras ser repelida por Ucrania

Los vehículos de los separatistas atravesaron esta mañana la frontera entre Rusia y Ucrania hasta alcanzar las inmediaciones de las localidades de Markine y Novoazovsk, en la región de Donetsk. Un portavoz del batallón Dnipro 1 ha asegurado que hasta un centenar de vecinos de Mariupol se han presentado voluntarios y se han ofrecido al Ejército para ayudar a defender la ciudad.

Por otra parte, el Ejército ucraniano ha informado de la muerte de cuatro militares y de que otros 31 han resultado heridos en las últimas 24 horas como consecuencia de los combates con los separatistas. Además, Kiev informa de la muerte de 250 "mercenarios rusos" y la destrucción de ocho carros de combate y diez blindados más.

Además, ha denunciado un ataque de artillería contra la Iglesia de San Juan de Kronstadt (Donetsk) perpetrado por las milicias separatistas en el que habrían muerto tres personas.

Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha anunciado esta mañana que Moscú planea enviar un segundo convoy con ayuda humanitaria al este de Ucrania y que espera contar con el beneplácito del Gobierno de Kiev a la iniciativa.

"Ayer hemos enviado una nota oficial al Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania en la que informamos del propósito de preparar un segundo convoy humanitario", ha dicho el canciller ruso en una rueda de prensa. Ha agregado que la parte rusa quiere "acordar todas las condiciones" de la entrega de esa asistencia humanitaria, con la participación de los agentes de aduanas y los guardias fronterizos ucranianos. "Estamos convencidos de que hay que hacerlo en el curso de esta semana", ha apuntado Lavrov, que ha argumentado esta necesidad con la gravedad de la situación humanitaria en las regiones orientales de Ucrania debido a las acciones militares.

El jefe de la diplomacia rusa ha expresado su esperanza en que se tomarán en consideración los "malentendidos" que se produjeron durante la tramitación del primer convoy humanitario y en que esta vez "no habrá retrasos artificiales".

El envío la semana pasada por Rusia de una columna de 262 camiones con ayuda humanitaria que entró en el territorio ucraniano en un sector controlado por los separatistas prorrusos fue considerado por Kiev como una violación del derecho internacional. El presidente ruso, Vladímir Putin, explicó que la decisión de enviar la ayuda sin completar las formalidades se debió a las trabas puestas por Kiev a la entrega de la asistencia humanitaria.