El hombre con un plan para dividir California en seis estados

Si su idea tuviera éxito, California se dividiría en seis nuevos estados, convirtiéndose Silicon Valley en el más rico del país. Pero plan tiene un largo camino por recorrer antes de convertirse en una realidad. Si fuera cierto que el señor Draper ha recogido firmas suficientes, sería además necesaria la aprobación del Congreso.

El dinero de los impuestos de Silicon Valley probablemente sería reinvertido dentro de sus fronteras en lugar de dirigirse a las regiones económicamente menos desarrolladas a su alrededor. «Un estado de Silicon Valley –el hogar de Google, Facebook y Apple– sería una dínamo económico liberado de entrometidos legisladores en Sacramento y liberado de compartir su inmensa riqueza con las partes más pobres de la antigua y unificada California», escribe David Horsey para Los Angeles Times.

Aunque esta propuesta puede tener su origen en un sentimiento de privilegio regional, no hubiera sido posible sin el sistema de la iniciativa de California, que favorece a los ricos.

«En California hay un sinfín de personas con una gran cantidad de dinero que pueden lanzar cruzadas personales, y el sistema de iniciativa les da la oportunidad perfecta para ejercer sus caprichos», dice el politólogo de Stanford Bruce Cain a la BBC. «Esta es también una historia sobre cómo irónicamente el sistema de iniciativa se ha convertido en el instrumento de la plutocracia», remata.

La segregación de la mina de oro de la tecnología en California puede no ser buena para los otros nuevos estados. «Las consecuencias más dramáticas del plan serían la distribución de la riqueza y la desigualdad», apunta Andrew Prokop en Vox.

Aunque Silicon Valley, que cuenta con uno de los más altos niveles de vida, se convertiría en el estado más rico, su vecino del este, el centro de California, se convertiría en uno de los más pobres del país, según un informe legislativo reciente.

Algunos comentaristas dicen que la posible desigualdad económica no es el mayor problema con la propuesta. Jules Suzdeltsev dice que el problema real con la propuesta son los nombres futuros. ¿Norte de California?, ¿California Central?. En lugar de ello, los Estados deben presumir de nombres únicos omo Hollywoodland en lugar de West California y Xanadu en vez de Silicon Valley, escribe.

La iniciativa de las seis Californias cuenta con adeptos. Personas como Mark Noonan, que esccribe para Blogs para la Victoria, señala que la de Draper «es la propuesta política más americana en más de 100 años. Después de todo, los fundadores eran secesionistas». Añade noonan que «en última instancia, creo que se reforzaría la unión si hay más partes de la misma, y por eso alabo esta iniciativa en California y espero que crezca y se propague en las próximas décadas».

Neil Stevens, de Red State, opina que «la división de California no es en sí misma una mala idea» y que «los nuevos límites podrían adaptarse mejor a los contornos culturales de las regiones»

Lo cierto es que con encuestas que muestran un rechazo a la propuesta del 59% de la población, el proyecto de las «seis Californias» parece que no pasará de ser una fantasía de algunos en Silicon Valley.