Kiev acusa a los prorrusos del derribo de un avión malasio con 298 personas en Ucrania

Desde el pasado mes de abril, Donetsk y la vecina Lugansk son escenario de combates entre las milicias prorrusas y el Ejército ucraniano. La información sobre el desastre la facilitó Antón Gueráshenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania, a través de su cuenta de Facebook. Gueráshenko sostiene que la zona desde la que fue disparado el misil está bajo control de los separatistas y no hay tropas ucranianas.

Por su parte, el jefe del Gobierno de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexánder Borodái, aseguró que sus fuerzas «no disponen de dispositivos capaces de alcanzar aviones a tanta altura». Sin embargo, Gueráshenko dijo que fue una lanzadera de fabricación rusa «Buk» en poder de los rebeldes la que efectuó el disparo. Tiene un alcance de hasta 18.000 metros de altura.

El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania denunció esta mañana la llegada de sistemas “Buk” para los insurgentes procedentes de Rusia. El canal de televisión ruso Rossía-24 ha reconocido que los rebeldes de Lugansk disponen de este arma. El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, negó que Rusia tenga nada que ver con el derribo del avión de pasajeros malasio.

Según el Ministerio del Interior ucraniano, todos los ocupantes de la aeronave han muerto. Un funcionario de este departamento ha asegurado que a bordo del avión viajaban 280 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk , ha anunciado la apertura de una investigación oficial sobre el incidente.

Esta tragedia se suma a la que sufrió la aerolínea asiática el pasado mes de marzo, cuando otro de sus vuelos, el ya tristemente famoso MH370 , se estrelló en aguas del Índico cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín.

Por su parte, Aleksander Borodai, primer ministro de la autoproclamada República Popular del Donetsk, no ha dudado en asegurar que «se trata de un avión de pasajeros que ha sido derribado por las tropas gubernamentales», un extremo que Kiev niega de manera tajante. Los separatistas han afirmado además que han encontrado la caja negra del aparato.