Kiev da por cerrada la tregua y anuncia una nueva ofensiva
El presidente ucraniano desoye la petición de Rusia, que reclamaba otra prórroga
rafael m. mañueco
El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania se reunió anoche en Kiev bajo la presidencia del jefe del Estado, Petro Poroshenko, para decidir qué hacer con la tregua, que expiró a las 10 de la noche de ayer (hora local) tras una primera ... prórroga el pasado viernes al filo de la medianoche, Poroshenko anunciaba que no habría una nueva prórroga y daba por cerrada la tregua. El presidente añadía, en un mensaje televisado, que las operaciones militares contra los separatistas prorrusos se reanudarían «para poner fin a sus crímenes y recuperar las amplias zonas de Donetsk y Lugansk que controlan desde hace más de dos meses». No obstante, Poroshenko dejó abierta la puerta a un nuevo alto el fuego «siempre que los separatista lo respeten, algo que no han hecho los anteriores.
«Vamos a avanzar y vamos a liberar nuestra tierra. La extraordinaria oportunidad para dar vida al plan de paz no se ha realizado», dijo el líder ucraniano.
Apenas cuatro horas antes, Poroshenko y sus homólogos ruso, Vladimir Putin, y francés Francois Hollande, junto con la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron otra conversación telefónica a cuatro bandas , durante la que acordaron conjuntamente celebrar una nueva ronda de consultas con los insurgentes, según el Kremlin. Sería ya la tercera.
La nota de prensa de la Presidencia rusa señalaba que Putin «subrayó la importancia de prorrogar el alto el fuego y crear un mecanismo sólido de control sobre el cumplimiento de la tregua con participación activa de la OSCE». Por su parte, fuentes del Elíseo señalaron que los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia «se pondrán en contacto para elaborar los asuntos prácticos de lo convenido en la conversación telefónica».
En relación con la conferencia telefónica, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, anunció que Putin le ha ofrecido a Poroshenko que despliegue sus guardafronteras en los puestos fronterizos de Izvárino, Dolzhanski y Krasnopartizansk, cuyo control perdieron y vienen demandando desde el comienzo de la tregua, el pasado día 20 de junio. Lo harían en compañía de observadores de la OSCE.
Falta de libertad
Sin embargo, esta organización de seguridad europea reconocía ayer que los recientes secuestros de observadores, liberados ya entre el viernes y el sábado, han puesto de manifiesto que «la situación de seguridad ha limitado nuestras posibilidades porque no podemos movernos con libertad». Así lo afirmó ayer Alexander Hug, uno de los responsables de la misión de la OSCE en Ucrania.
Sobre el terreno, los rebeldes no han cesado ni un momento las hostilidades. Ayer, según el portavoz del Consejo de Seguridad y de Defensa, Andréi Lisenko, las milicias separatistas se hicieron con un cuartel ucraniano de defensa antiaérea en Donetsk. Previamente lo atacaron con fuego de mortero.
Ayer expiró también el ultimátum de la Unión Europea y Estados Unidos a Rusia para que demuestre que da pasos hacia la resolución del conflicto. De lo contrario, amenazan con una nueva tanda de sanciones. Los Veintiocho discutirán hoy en Bruselas a nivel de embajadores si la actitud de Rusia ha mejorado o continúa con sus planes de desestabilizar Ucrania.
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