El presidente golpista de Mauritania se perfila como favorito para la reelección
La oposición rechaza enfrentarse a Mohamed Uld Abdel Aziz, que derrocó en una asonada en 2008 al jefe del Estado democráticamente electo y ganó los comicios en 2009
abc
El presidente de Mauritania, Mohamed Uld Abdel Aziz , no tendrá apenas opositores en los comicios que se celebran este sábado. Todo apunta a que el actual jefe del estado del país magrebí seguirá ocupando el puesto. La oposición casi en pleno boicotea las elecciones ... en un momento en el que los lazos entre el poder y el respo de partidos y organizaciones del país están rotos.
Abdel Aziz llegó al poder dando un golpe de Estado en 2008 cuando era jefe de la guardia presidencial del primer jefe del Estado elegido democráticamente en el país desde su independencia en 1960, Sidi Uld Cheij Abdallahi. Organizó unos comicios al año siguiente a su medida y ahora su intención es seguir llevando las riendas.
El mandatario, un general de 57 años, cerró su campaña el jueves sacando pecho de sus logros a nivel económico y en materia de seguridad pero dijo que no va a ser mediador en el conflicto que sacuda al vecino Malí desde hace más de dos años. Centrado en la lucha contra el terrorismo, el país vive menos agobiado por la presión del yihadismo que hace un lustro.
En todo caso, el misterio sigue rodeando el incidente en el que fue herido por arma de fuego en un control de carretera el presidente en octubre de 2012 y del que se recuperó tras varias semanas ingresado en Francia . Oficialmente un militar asumió su error en una extraña declaración a los medios oficiales, pero la sombra del atentado no quedó difuminada del todo.
Mauritania lleva una década bajo la amenaza de grupos terroristas de la órbita de Al Qaida, motivo por el que el mayor acontecimiento deportivo del continente, el rally Paris-Dakar, tuvo que emigrar a Suramérica. Mauritania era el país que más etapas acogía y aquello suposo un importante mazazo para la economía y la imagen del país.
Apoyo de Occidente
Abdel Aziz es sin embargo visto por Occidente, esencialmente Europa y Estados Unidos, como un presidente comprometido en la lucha contra el terrorismo, lo que no deja de ser un aval en momentos de inestabilidad en la región del Magreb y el Sahel.
España experimentó a finales de 2009 en carne propia esa inestabilidad cuando tres cooperantes catalanes fueron secuestrados en el noreste de Mauritania y trasladados a Malí. Allí, tras unas durísimas gestiones y el pago de un rescate que Madrid nunca ha reconocido, fueron liberados en 2010.
El presidente golpista de Mauritania se perfila como favorito para la reelección
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete