La vuelta de Sarkozy, ¿necesaria para salvar a la derecha francesa?

Ese es el motivo por el que empiezan a ser muchos los que miran a un pasado reciente: al del expresidente Nicolas Sarkozy. El periódico «Le Figaro» no ha dudado a la hora de poner una fotografía suya bajo un contundente titular: «El regreso programado de Nicolas Sarkozy pone a su partido en ebullición». Por su parte, « Le Monde » se hace eco de unas declaraciones del exministro del Interior Brice Hortefeux, quien estima que la vuelta de Sarkozy. «que era una posibilidad», se ha convertido ahora «en una necesidad», después de la crisis en la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el principal partido de la derecha francesa.

Así, desde el interior de la UMP aquellos que siguen siendo fieles a su persona reclaman que diga algo antes de verano y se postule para ejercer la presidencia del partido en otoño, algo que debería traducirse en su candidatura para ser de nuevo el presidente francés.

Mientras, la UMP sigue de capa caída y más después de la polémica vinculada a una oscura historia de facturas falsas, con las que pudo financiarse una parte de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en el año 2012. Tras varias semanas de tensión, tal y como informó el corresponsal de ABC en París , Juan Pedro Quiñonero, el líder de la UMP, Jean-François Copé, anunció el pasado 27 de mayo su dimisión «a partir del 15 de junio». Dimitido Copé, buena parte de la dirección del partido conservador deberá dimitir, igualmente.

En este contexto llegaron las palabras de Hortefeux, quien aseguró querer que Sarkozy sea candidato a la presidencia de la UMP en otoño. En esta misma línea se manifestó otro «fuerte» del partido, la ex ministra de Asuntos Sociales, Nadine Morano, que defendió que el expresidente «no tiene más remedio que volver» para «poner en orden a nuestra familia política».

Sin embargo, no todos piensan igual y son varios los nombres que suenan más allá de Sarkozy. Entre otros, los de François Fillon o Alain Juppé (ex primeros ministros), o los ministros y Xavier Bertrand o Bruno Le Maire.

De momento, el protagonista que está en el punto de mira, Nicolas Sarkoz, guarda silencio.