Las negociaciones con las FARC dependen de las elecciones en Colombia

El presidente Santos y el uribista Zuluaga, favoritos en los sondeos de la primera vuelta, han recurrido a la guerra sucia durante la campaña

Las negociaciones con las FARC dependen de las elecciones en Colombia reuters

alejandra de vengoechea

Cuando los colombianos elijan este domingo, entre cinco aspirantes, a los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta de las presidenciales el próximo 15 de junio, no sólo está en juego quién garantizará durante los próximos cuatro años los hitos logrados. Colombia es ... un país donde el secuestro se redujo un 93%, tiene las tasas más bajas de homicidios de los últimos 30 años, el desempleo está en sus niveles más bajos (9,7%), y donde la economía crece a un cómodo 5% anual. Lo que está en juego es lograr la paz en Colombia , un país que lleva más de medio siglo en guerra y que ha intentado cuatro negociaciones con las guerrillas. La última comenzó hace 18 meses en La Habana (Cuba).

Los candidatos lo saben. Por eso quienes van liderando las encuestas, el presidente Juan Manuel Santos (con el 27,1% de intención de voto) y el uribista Óscar Iván Zuluaga (con el 26,6%) no pararon de atacarse en una campaña que se caracterizó por el exceso de acusaciones y la poca explicación de lo que harán por el país.

Abstención

Los colombianos se enteraron de las propuestas en salud, educación o empleo en dos debates televisados que se emitieron horas antes de estos comicios, en los que se espera que la abstenciónde los 33 millones de potenciales votantes supere el tradicional 50%.

Los meses anteriores han estado plagados de acusaciones : Santos está a punto de demandar penalmente a su exjefe Álvaro Uribe (presidente entre 2002 y 2010), quien acusa a su ex ministro de Defensa estrella de haber financiado su anterior campaña con dos millones de dólares que le entregaron unos narcos.

Al mismo tiempo, Zuluaga está en el ojo del huracán después de que la revista «Semana» —dirigida por un sobrino de Santos— lo mostrara en un vídeo preguntando a dos jóvenes expertos en filtraciones informáticas sobre detalles ocultos del proceso de pazque Santos ha liderado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).

«Las FARC siguen definiendo el vencedor. El proceso de paz les conviene»«La segunda vuelta presidencial será una vendetta sin igual, con acusaciones peores a las que hemos visto. Si eso pasa y no paran esto, el presidente que salga será el más cuestionado de toda la historia de Colombia», señaló a este diario Fernando Giraldo, politólogo y consultor internacional. La institucionalidad gubernamental también fue cuestionada por el analista Pedro Medellín. «La guerra sucia en el corto plazo seguramente producirá que unos colombianos cambien su decisión de votar. Pero a largo plazo va a dejar sin legitimidad, ni suelo político al próximo presidente».

Lo increíble es que por primera vez en la historia de las negociaciones que empezaron en la década de los ochenta, el Estado tiene una supremacía negociadoraimportante frente a las guerrillas. «El ejército se fortaleció y mejoró la aviación, obligando a la guerrilla a replegarse a zonas alejadas de las capitales», explicó a ABC Camilo Echandía, profesor e investigador de la Universidad Externado de Colombia.

También se disparó la desmovilización. Según cifras de la Agencia Colombiana para la Reintegración , en la última década más de 15.000 guerrilleros han dejado las armas. «Las FARC siguen definiendo el vencedoren las elecciones presidenciales. Este proceso de paz con Santos les conviene. No se van a buscar más problemas», indicó por su parte a este diario la politóloga Marcela Prieto.

Si gana Zuluaga, tendrá que enfrentarse a su jefe UribePor eso en estas elecciones también está en juego que uribistas y santistas logren unpunto medio de entendimiento si la paz —o la guerra para llegar a la paz— es lo que quieren. Los dos cohabitarán en el Congreso como fuerzas mayoritarias. El Partido de la U, de Santos, tiene 58 legisladores. El de Centro Democrático, de Uribe, 31. Por ambos grupos parlamentarios deberán pasar las reformas y los presupuestos para aumentar los recursos para la guerra o para financiar el post-conflicto. Uribe y Santos se necesitan. ¿Pasarán los próximos cuatro años en confrontación?

Para los constitucionalistas como el exalcalde de Bogotá Jaime Castro, todo este cuello de botella, donde no se da prioridad al país sino se piensa en el poder, se debe a la figura de la reelección, revivida por el presidente Uribe, quien reformó la Constitución de 1991 para reelegirse en 2006. «Los franceses se referían a la maldición del segundo mandato. Ha sido tan nefasta la reelección en este país, que hasta Santos ha dicho que si es presidente, promete que no va a haber reelección», opinó Castro, autor de «Juicio a la reelección», donde analiza cómo está figura ha fracasado en Colombia.

As en la manga

Si gana Santos, empezará un mandato con bajísima popularidad (un poco más de 30%) y con el fantasma de que los segundos periodos son malos.La paz será su as.

Si gana Zuluaga, tendrá que enfrentar a su jefe Uribe. «Le diría que a mí me persiguió el expresidente Uribe desde el primer día, porque no fui precisamente su títere» , dijo Santos a Zuluaga en un debate. Habrá que esperar.

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