El FMI certifica que Rusia está en recesión por su política en Ucrania
Las sanciones occidentales contra Moscú han provocado la fuga de 50.500 millones de euros; el crecimiento en 2014 cae al 0,2%
rafael m. mañueco
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la economía rusa está ya en recesión. El jefe de la misión del FMI en Moscú, Antonio Spilimbergo, afirmó ayer en rueda de prensa que «si nos ajustamos a la definición de recesión como crecimiento negativo durante dos ... trimestres consecutivos, desde este punto de vista, Rusia ya experimenta recesión». Las causas de la debacle son las tensiones con Ucrania y el clima negativo que generan las sanciones adoptadas por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Japón.
El FMI estima que el crecimiento para 2014 «es del 0,2%, pero existe el riesgo de que se reduzca aún más». La previsión que el organismo financiero internacional hizo a comienzos de abril era del 1,3%, lo que significa que ha caído en más de un punto en menos de un mes.
Según el representante del FMI en Rusia, «los pronósticos iniciales han sido ajustados teniendo en cuenta la complicada situación que ha surgido y el significativo grado de incertidumbre generado por la tensión geopolítica y las sanciones. Estos elementos se están reflejando negativamente en el clima inversor». Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Japón han adoptado esta semana una nueva tanda de sanciones contra Rusia por negarse a contribuir a una reducción del conflicto en Ucrania y por desplegar un significativo dispositivo de tropas junto a su frontera.
La agencia de calificación financiera Standard & Poor’s calcula que las sanciones contra Moscú han provocado la fuga de 50.500 millones de euros, una cifra récord para Rusia. Sin embargo, el ministro británico de Exteriores, William Hague, aseguró el lunes que la cantidad es mucho mayor. Para finales del presente año, el FMI cree que la fuga de capitales alcanzará los 72.100 millones de euros mientras que el Banco Mundial (BM) sitúa la cifra en 108.000 millones de euros.
Contraataque
Sin embargo y pese a esta evolución negativa de la situación económica, el presidente Vladímir Putin, advierte que, si las sanciones se mantienen en el tiempo, no descarta tener que expulsar del país a las empresas occidentales. or el momento, el jefe del Kremlin dijo que no responderá a las últimas sanciones, entre cuyos impulsores se encuentra Alemania, el país occidental con mayor presencia empresarial en Rusia.
Por su parte, el viceprimer ministro, Dmitri Rogozin, que ya fue incluido en la lista de sancionados en marzo, advierte que las sanciones contra los fabricantes rusos de cohetes pueden poner en peligro la seguridad de los astronautas norteamericanos que vuelan en naves rusas Soyuz a la Estación Espacial Internacional (ISS). «Si las sanciones se proponen asestar un golpe a nuestra industria de propulsores espaciales, los norteamericanos estarían exponiendo entonces indirectamente a sus astronautas de la ISS», declaró Rogozin el martes en Simferópol, la capital de Crimea.
El gigante energético Gazprom, cuyo presidente Alexéi Miller, es uno de los personajes próximos a Putin que todavía no ha ido a parar a la lista negra de Occidente, alerta también sobre la posibilidad de que un nuevo endurecimiento de las sanciones termine afectando al suministro de gas a Europa. La compañía cubre casi el 30% de las necesidades de gas de la UE.
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