Asciende a 150 el número de muertos cuando se cumple una semana del naufragio del «Sewol»

Según informa la agencia estatal surcoreana Yonhap, los cuerpos fueron sacados de los camarotes en las plantas cuarta y tercera, así como en la cafetería de esta última, donde se supone que la mayoría de los pasajeros quedaron atrapados . Debido a las fuertes corrientes, los trabajos fueron suspendidos y retomados varias veces durante la noche, cuando los submarinistas lograron acceder por fin a dicha cafetería. La fuerza del mar también ha obligado a retirar los robots submarinos teledirigidos que participaban en la búsqueda.

Además de movilizar a 212 embarcaciones, 34 aviones y 550 especialistas en rescate, el dispositivo organizado por el Gobierno surcoreano ha empezado a utilizar a medio centenar de buzos civiles que han entrado en el transbordador con tubos de oxígeno conectados a la superficie. De esta manera, pueden rastrear su interior durante casi una hora. Una semana después del naufragio, la misión ha pasado del rescate de posibles supervivientes a la recuperación de los cadáveres de los desaparecidos.

Mientras tanto, continúan celebrándose los funerales por las víctimas , la mayoría estudiantes del instituto Danwon de Ansan, al sur de Seúl. De los 476 pasajeros del ferry, 325 eran estudiantes de dicho centro que viajaban a la isla de Jeju, el destino turístico más popular de Corea del Sur. A tenor de los investigadores, el naufragio pudo deberse a un “giro brusco” del barco que tiró la carga y lo desestabilizó cuando navegaba al suroeste de la isla de Jindo. Tanto el capitán como varios miembros de la tripulación han sido detenidos por la presunta negligencia de retrasar la orden de evacuación hasta media hora, cuando mandaron a los pasajeros permanecer en sus asientos mientras el ferry se iba inclinando rápidamente sobre uno de sus costados y ellos huían. Un comportamiento que solo permitió el rescate de 174 personas y condenó a una muerte segura a otras 302.

Para aclarar las causas de este siniestro marítimo, el peor de las dos últimas décadas en Corea del Sur, la Policía ha registrado este miércoles las oficinas de la naviera propietaria del barco, Cheonghaejin Marine, y el domicilio de su dueño, Yoo Byung-eun, así como 20 despachos de firmas afiliadas y grupos religiosos relacionados con la compañía en Seúl y el puerto de Incheon.