El anciano Buteflika, dispuesto a eternizarse en el poder en Argelia

Bajo un enorme despliegue de seguridad, la jornada transcurrió tranquila en la capital y gran parte del país, donde la apatía y las llamadas a la abstención propiciaron una baja participación, que el Ministerio del Interior cifraba en el 37 por ciento dos horas antes del cierre de los colegios. El presidente y candidato favorito, el «hombre fantasma», como le denominan algunos argelinos, ya que ni ha hecho campaña ni se le había visto en público desde hacía 16 meses, acudió a votar acompañado de su familia en un barrio de la periferia capitalina. Mientras que su principal rival, el exprimer ministro Ali Benflis, denunciaba fraude electoral a favor del presidente.

La estampa, sin embargo, no fue tan pacífica en algunos pueblos de regiones como la combativa Cabilia, donde jóvenes que intentaban interrumpir el voto en Buira, al sureste de Argel, se enfrentaron a la policía y prendieron fuego a varios colegios electorales. Más de 70 personas resultaron heridas, gran parte de ellos agentes. En la capital, un intento de manifestación fue rápidamente reprimido por las fuerzas de seguridad.

El tímido despertar de la sociedad civil argelina, aún traumatizada por la guerra civil de los años 90, ha propiciado una campaña a favor del boicot, impensable hace unos años. Ha intentado traducir la apatía de la juventud ante un plantel político con el que no se identifican, a un boicot activo contra el cuarto mandato de Buteflika. Grupos como «Barakat» (Suficiente), aunque pequeños, han conseguido una repercusión mediática que preocupa al régimen. Los principales partidos de oposición, entre ellos los islamistas, habían llamado también a la abstención electoral.

Buteflika sufrió un accidente cardiovascular el año pasado Sin embargo, el presidente continúa siendo muy popular entre muchos argelinos debido a su papel en la resolución de un conflicto civil que acabó con la vida de 200.000 personas. El voto de aquellos que anteponen la estabilidad del país a la reforma será el que, probablemente, mantenga al mandatario cinco años más en el poder si su salud se lo permite. Los resultados deberían hacerse públicos este lunes.

Buteflika, cuya salud se ha visto muy debilitada desde que sufriera un accidente cerebrovascular el año pasado , sorprendió a los argelinos al anunciar que se presentaba a un cuarto mandato, decisión que se achaca a que las distintas facciones dentro del régimen, enzarzadas en una lucha de poder, no habrían conseguido ponerse de acuerdo en un sucesor. La camarilla del presidente, a la que se acusa de estar enriqueciéndose gracias a los altos precios de los hidrocarburos, también podría haber presionado para mantener al anciano y enfermo presidente en el poder un lustro más.