Alemania aprueba el proyecto de ley que posibilita la doble nacionalidad

De esta manera, los socialdemócratas del SPD ven prácticamente consumada una de las condiciones que habían impuesto a Merkel para coaligar con los conservadores alemanes. El proyecto de ley tiene que ser todavía aprobado por los dos cámaras del Parlamento alemán, pero su aprobación está asegurada debido a la incontestable mayoría con la que cuentan los tres partidos que conforman la Gran Coalición (democristianos, socialcristianos y socialdemócratas). La ley entrará en vigor previsiblemente este mismo año.

Cuando la ley sea una realidad y la llamada «Optionspflicht» (obligación de elegir entre una de las dos nacionalidades cuando los dos padres son extranjeros) sea historia, la mayoría de jóvenes nacidos en Alemaniaen el seno de una familia extranjera podrán acceder automáticamente a la ciudadanía alemana. Sin embargo, ello no estará libre de condiciones.

Los jóvenes tendrán que demostrar haber residido en el país por lo menos durante ocho años o haber estudiado en una escuela o centro de formación profesional germano durante seis. Y ello antes de cumplir los 21 años. Hasta ahora los jóvenes alemanes nacidos en familias de origen extranjero tenían hasta los 23 años para decidirse por una nacionalidad.

«Más del 90 por ciento de los jóvenes afectados por la obligación de elegir pasaporte accederá automáticamente a la doble o múltiple nacionalidad», celebró la secretaria de Estado de Migración e Integración, Aydan Özoguz, socialdemócrata de origen turco. Precisamente la comunidad turca en Alemania, la mayor minoría del país con alrededor de tres millones y medio de ciudadanos, debería ser la principales beneficiarias de la ley.

Pese a ser un innegable paso hacia el reconocimiento de los plenos derechos ciudadanos de los alemanes de origen extranjero, el proyecto de ley no ha estado exento de críticas: los dos partidos de la oposición parlamentaria (La Izquierda y Los Verdes) y miembros de las Iglesias católica y protestante exigieron la eliminación absoluta de la «Optionspflicht», pues el proyecto de ley contempla excepciones y unas barreras burocráticas que sus críticos consideran innecesarias. También algunos sectores del SPD se mostraron decepcionados por el borrador del proyecto legislativo por considerarlo poco ambicioso.