Cargos socialistas piden a Hollande una crisis de gobierno ante la segunda vuelta electoral
Los alcaldes y diputados del PS temen que el varapalo de la primera vuelta de las municipales por la gestión del gobierno acabe convirtiéndoles en víctimas
Cargos socialistas piden a Hollande una crisis de gobierno ante la segunda vuelta electoral
Ministros, diputados y alcaldes socialistas viven días de zozobra y pánico, temiendo ser las primeras víctimas de la política de François Hollande, a quien piden un gesto antes de la segunda vuelta de las elecciones municipales, el domingo, y esperando que un cambio de Gobierno, ... inmediatamente después, permita frenar la agravación de la crisis.
El vespertino «Le Monde», tradicionalmente comprensivo con el Gobierno socialista, resume la situación con este titular de primera página: «Hollande debe afrontar el pánico entre los ministros, diputados y alcaldes socialistas».
Para ilustrar gráficamente el estado de «pánico» de la élite gubernamental francesa, «Le Monde» publica en su primera página la tradicional viñeta de Plantu, que pinta un panorama catastrófico.
A juicio de Plantu, la situación de la Francia socialista, hoy, es la de un mar bravío en el que se hunden muchas alcaldías . El presidente Hollande afronta la tormenta montado en una frágil barca, dando la espalda a un avión hundido (alusión al avión desaparecido en el Pacífico) y comentando: «Nada está perdido. Se ha encontrado el fuselaje del avión». Avión hundido que lleva como bandera el emblema socialista de una rosa marchita.
El semanario «Le Nouvel Observateur», defensor histórico del PS, va mucho más lejos. Y se permite «ordenar» a Hollande un cambio de Gobierno: «Hollande debe cambiarlo todo. Estos son los secretos de un cambio de Gobierno obligatorio».
Pactar o no pactar
Esa la opinión de los dos medios más próximos a Hollande, a cinco días de la segunda vuelta de unas elecciones municipales catastróficas. ¿Cómo salvar los muebles? Esperando que el Frente Nacional (FN, extrema derecha) favorezca la derrota de muchos candidatos conservadores. Y renegociando acuerdos locales con los ecologistas y la izquierda radical, en muchas ciudades, como París.
La candidata conservadora, Nathalie Kosciusko-Morizet (NKM), ganó la primera vuelta, en París, con el 35,64 % de los votos, dejando en segundo lugar a la candidata socialista, Anne Hidalgo, nacida en la provincia de Cádiz, que solo consiguió el 34,40 % de los votos.
El PS gobierna en París, desde 2001, gracias al apoyo de los ecologistas y la izquierda radical, ante unas derechas profundamente divididas. Ante la segunda vuelta, el domingo, los ecologistas se apresuraron a pedir más poder, a cambio de su apoyo incondicional. A la derecha, la candidata conservadora es muy hostil a la extrema derecha, que pudiera abstenerse para favorecer el triunfo socialista.
Hollande y el PS esperan que ese esquema parisino pueda funcionar en otras grandes ciudades.
La derecha tradicional de la Unión por un movimiento popular (UMP, el partido de Sarkozy), por su parte, sigue siendo hostil a todo acuerdo nacional con el FN de Jean-Marie y Marine Le Pen. Ese rechazo y denuncia del extremismo del FN puede costarle caro a la derecha tradicional, que espera, sin embargo, terminar siendo muy mayoritaria en la Francia profunda de ciudades medias y pequeñas.
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