El alcalde de Sebastopol, un rico empresario de aspecto informal
El hombre al que Putin ha puesto frente a esta ciudad acudió el martes a la ceremonia del Kremlin sin traje y sin corbata
rafael m. mañueco
De aspecto afable y mirada intelectual, Alexéi Chali, el nuevo alcalde de Sebastopol es, sin embargo, un hombre hermético e inaccesible. Es natural de Sebastopol, ciudad que tendrá ahora una estatus especial dentro de la Federación Rusia y en donde está anclada la Flota del ... Mar Negro. Ha estado dirigiendo desde Moscú un poderoso holding dedicado a la fabricación de componentes electrónicos pero ahora el presidente Vladímir Putin le ha encomendado otra misión. Deberá seguir sirviendo a la Patria, pero en su ciudad natal.
Poca gente conocía al acaudalado Chali en los círculos mundanos moscovitas. Pero parece que fue en la capital en donde conoció a Putin, que ama a las personas discretas, carismáticas y capaces de levantar desde cero un imperio empresarial. El regidor de Sebastopol reúne todas esas cualidades, aunque apareciera el martes en la pomposa ceremonia organizada en el Kremlin para anunciar y ejecutar la anexión de Crimea en plan informal, vestido con un simple jersey oscuro mientras los demás, incluido el jefe del Estado, iban de rigurosa etiqueta oficial.
El diario ruso «Moskovksi Komsomólets» se ha apresurado a avisar que Chali va así a todas partes, que lo de no vestir traje y corbata para él es cuestión de principios y que el martes se puso el mejor suéter que tiene para ir al Kremlin.
Chali es hijo de un científico y nieto de un vicealmirante de la Flota del Mar Negro. Él mismo es doctor en física y dirigió en Sebastopol un laboratorio de investigación especializado en semiconductores y equipos de vacío. Se le atribuye un importante empujón tecnológico en ese campo, que le permitió lanzar a nivel internacional su empresa, «Tavrida Electric» , ya en 1990. El grupo es actualmente un holding, en el que entran más de 70 empresas con presencia en 20 países del mundo.
«Es un verdadero mecenas», contaba hace unos días en Sebastopol, Anatoli, dueño de una tienda de telefonía móvil. Parece que Chali, que además es políglota, ha estado empleando su fortuna en restaurar viejos monumentos soviéticos, algo que también le gusta mucho a Putin.
«Ilegítimo»
El pasado 23 de febrero, cuando la gente salió a la calle en las principales ciudades de Crimea para condenar a las autoridades de Kiev y pedir la independencia, se dio ya la consigna desde Moscú de que Chali, o Chálov como también le conocen, era el hombre indicado para ponerse al frente del Consejo Municipal de Sebastopol. En un mitin al que acudieron unas 20.000 personas, el empresario fue proclamado alcalde y se obligó a los concejales a ratificar la decisión popular. Su predecesor en el cargo, Vladímir Yatsuba, tuvo que dimitir. El Gobierno de Kiev ha declarado «ilegítimo» el nombramiento de Chali y la Justicia ucraniana ha abierto contra él un expediente criminal.
El pasado 28 de febrero, este corresponsal acudió al Ayuntamiento de Sebastopol, cuyo edificio estaba rodeado de cosacos y grupos de «autodefensa», con la intención de entrevistar a Chali. Su secretario de comunicación anunció a todos los periodistas allí reunidos que «el alcalde no concede entrevistas ni tiene intención de dar ninguna rueda de prensa». Lo que tenga que decir se dará a conocer a través de comunicados, se aseguró. Desde entonces, no ha emitido ninguno. La transparencia no está en su agenda. Tal vez cambie pronto de idea y, bajo la influencia de Putin, se anime a comparecer ante la prensa, aunque sea para decir mentiras.
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