Peritos y jueces suben por primera vez al Costa Concordia
Tras cinco horas de inspección los expertos confiesan que «el mar se ha comido todo»
ángel g. fuentes
Por primera vez, peritos, magistrados y abogados han entrado al Costa Concordia, el crucero que el 13 de enero del 2012 naufragó frente a las costas de la isla del Giglio con 4.229 personas a bordo, causando 32 muertos.
Noticias relacionadas
- Schettino expresa su «dolor indeleble» en el segundo aniversario del Costa Concordia
- El Costa Concordia será remolcado en junio
- El primer oficial y el cartógrafo del Costa Concordia jugaban a la consola antes del naufragio
- Hallan más restos óseos en el Costa Concordia
- Schettino culpa al timonel del naufragio del Costa Concordia
- La rotación del Costa Concordia, en 59 segundos
Durante las cinco horas que ... duró la inspección, hubo mucha emoción, pero pocas pruebas para el proceso judicial que aún está en curso. «Todo está destruido. El mar se ha comido prácticamente las cosas que había en el crucero», ha dicho el magistrado Francesco Verusio. Por su parte, el juez Giovanni Puliatti señaló que se habían encontrado dos computer en el puente de mando y que serían examinados, aunque probablemente estén ya inservibles porque se han oxidado bajo el agua.
Disputa por el desguace
A los ojos del equipo de expertos que lo han visitado, el Costa Concordia ha aparecido con una doble cara: una infernal, la que ha permanecido durante año y medio bajo el agua, completamente destrozada, mientras otras partes, como la cabina del capitán de la nave, el ya célebre Francesco Schettino, aparecían con un ambiente que aún es reconocible.
Dentro del mes de marzo se decidirá a qué puerto italiano es conducida la nave para su desguace. Doce puertos, de ellos cinco italianos, se disputan esa operación, en la que están en juego cientos de millones de euros.
Una recuperación de 1.500 millones
El Costa Concordia, con sus 50.000 toneladas, era uno de los cruceros más grandes del mundo, equivalente a dos veces y media el Titanic. El crucero quedó encallado e inclinado sobre un lado frente a la costa y su recuperación ha costado unos 1.500 millones de euros. En la operación trabajaron más de 500 personas, con medios nunca antes utilizados, empleando 18.000 toneladas de cemento y acero en una plataforma sobre el fondo del mar para lograr la recuperación del crucero.
Naves casi imposibles de salvar
Esta gigantesca obra ha puesto de relieve notable preocupación e interrogantes sobre la recuperación de naves en eventuales desastres en el futuro, porque debido a sus gigantescas dimensiones será casi imposible hacerlas emerger. Por ejemplo, el Mærsk Mc-Kinney Møller , el carguero más grande del mundo, con capacidad para 18.270 contenedores, con 399 metros, es decir, 40 % más que el Costa Concordia, es el primero de una flota prevista de 20 meganaves, capaces de transportar más de 400.000 toneladas cada una, a las que se añadirán otros cargueros de nueva generación todavía más grandes.
Globos y chalecos salvavidas
Universidades y organizaciones europeas trabajan para permitir que las naves en caso de accidente o naufragio puedan emerger. Durante un convenio, investigadores ilustraron un proyecto que se comercializará después del 2016 y que permitiría colocar una serie de globos desinflados en torno al casco del crucero. En caso de una brecha en el casco, los globos inflados se situarían sobre la línea de flotación sosteniendo una nave de 50.000 toneladas como el Costa Concordia. Así, pues, en caso de accidente y para evitar un naufragio, en el futuro no sólo los pasajeros tendrán que inflarse sus chalecos salvavidas.
Peritos y jueces suben por primera vez al Costa Concordia
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete