El Ejército mexicano desarma a los policías de Apatzingán pero no a los «grupos de autodefensa»
Los doscientos policías de la ciudad tomada por el cártel de Los Caballeros Templarios han sido trasladados para hacer «cursos de entrenamiento»
manuel m. cascante
El Ejército mexicano y la Policía Federal se han hecho con el control de la seguridad en Apatzingán , la tercera ciudad de Michoacán, considerada la capital del cártel de Los Caballeros Templarios . Su primera acción consistió en desmantelar la Dirección de ... Seguridad Pública municipal y desarmar a todos los agentes, cerca de dos centenares, que han sido trasladados a un cuartel de Tlaxcala para someterse durante un mes a «cursos de entrenamiento».
Esta presencia de militares no ha impedido que un joven fuera herido de bala cerca de las instalaciones de la Procuraduría General de la República en la localidad de Apatzingán ni que un grupo de personas incendiara una farmacia en pleno centro de la misma.
Mientras, el Gobierno continúa negociando con los «grupos de autodefensa» el desarme de estos civiles alzados en armas contra el crimen organizado. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que aún no han llegado a un acuerdo para que las milicias se replieguen y depongan las armas.
Por su parte, Miguel Patiño Velázquez , obispo de Apatzingán, hizo pública una carta pastoral en la que acusa al ejército y al Gobierno de caer «en el descrédito, porque en lugar de perseguir a los criminales han agredido a las personas que se defienden de ellos».
De momento, el Ejecutivo ha puesto en marcha la típica comisión, bautizada como Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, a cuyo frente ha sido designado a Alfredo Castillo Cervantes, hasta la fecha fiscal jefe de la Procuraduría Federal del Consumidor. Castillo, que fuera procurador general de Justicia en el Estado de México cuando el presidente Enrique Peña Nieto gobernaba dicho estado, es consciente de “que el uso legítimo de la fuerza es insuficiente para combatir la delincuencia”, por lo cual ha garantizado una visión mucho más amplia en lo que será “un camino complejo, pero posible”. Los primeros resultados ya se han hecho notar con la detención de Joaquín Negrete Arriaga, “El Allegretti”, uno de los principales líderes templarios en la región .
El Ejército mexicano desarma a los policías de Apatzingán pero no a los «grupos de autodefensa»
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