El terrorismo golpea de nuevo a Hizbolá en Beirut

Las primeras cifras provisionales indican que al menos cinco personas han muerto y más de cincuenta han resultado heridas por la explosión esta tarde de un coche bomba en el barrio periférico de Haret Hreik , muy cerca de la antigua sede de la cadena de televisión Al Manar, vinculada a Hizbolá, y a poca distancia de las oficinas centrales del partido de Hassan Nasralá.

De acuerdo con las informaciones disponibles, aunque la deflagración ha causado importantes daños materiales en el área, la potencia de la bomba sería inferior a otras empleadas en recientes atentados, como el ocurrido el pasado 27 de diciembre contra Mohamed Shatah, exministro y asesor del líder suní Saad Hariri.

Según fuentes de Hizbolá citadas por la cadena de televisión libanesa LBCI, la explosión no estaba dirigida contra ningún miembro del partido y las instalaciones de la organización chií tampoco han resultado afectadas. El atentado, perpetrado en una zona residencial y comercial muy densamente poblada y a una hora, las 16.15, que coincide con la vuelta a casa del trabajo de muchos libaneses, ha motivado que miembros de Hizbolá realizaran disparos al aire para alejar a la multitud ante el temor a que una segunda bomba pudiera explosionar.

La guerra civil en la vecina Siria ha agudizado las omnipresentes tensiones entre los dos grandes bloques políticos libaneses: por un lado los prosirios, encabezados por un Hizbolá que lucha mano a mano en Siria con las fuerzas de Bashar al Assad, y por el otro la coalición del 14 de marzo, que aglutina a fuerzas cristianas y suníes, y que, liderada por Saad Hariri y con el respaldo de Arabia Saudí, apoya a los rebeldes.

El secretario general del 14 de marzo, Fares Soaid, ha condenado esta tarde el atentado y aprovechado para pedir la retirada inmediata de Hizbolá de Siria por las trágicas repercusiones que la participación de la milicia chií en el conflicto sirio tienen sobre todos los libaneses.