Nueve inmigrantes se cosen la boca para exigir sus derechos en Italia
Las tentativas de «sin papeles» a través del Mediterráneo para alcanzar este país durante 2013 se han multiplicado por 4 y han alcanzado las 40.000
Nueve inmigrantes se cosen la boca para exigir sus derechos en Italia
Cuatro tunecinos y cinco marroquíes internos de un centro de detención de inmigrantes cerca de Roma se han cosido los labios para protestar por las condiciones en las que son mantenidos. El malestar ha crecido en los últimos días especialmente desde que se hizo público ... un vídeo de cómo los inmigrantes son tratados a su llegada a la isla de Lampedusa (Italia) en el Mediterráneo.
«Esta gente ha sido forzada a esta extrema manera de protestar para expresar su desesperación», dijo a Reuters el parlamentario Filiberto Zaratti, que pudo visitar a los tunecinos y que considera que las condiciones en las que se encuentran son vergonzosas.
El diputado italiano Khalid Chauki, de origen marroquí, se ha encerrado precisamente en el centro donde se encuentran los «sin papeles» en Lampedusa y ha asegurado en su perfil de Facebook que no saldrá hasta que no se cumpla la ley. «No se puede permenecer callado ante semejante violación de la ley», ha dicho, informa Reuters.
Los intentos de llegar a las costas italianas desde el norte de África se han disparado a lo largo de este año. Con respecto a 2012 se han multiplicado por cuatro y han alcanzado los 40.000.
«¡Es un escándalo!»
Los denominados Centros de Identificación y Expulsión de Inmigrantes (CIE) están en el centro de la polémica desde que la televisión pública Rai2 emitiera hace unos días las imágenes de los extranjeros desnudos, en fila y a la intemperie para ser desinfectados de la sarna en el centro de Lampedusa.
Allí permanecen todavía algunos de los supervivientes del naufragio qur tuvo lugar a principios de octubre y que se cobró en el litoral de la isla más de 300 vidas. «Hemos considerado mártires a sus compañeros tragados por el mar ¡Es un escándalo! Lloramos a los muertos y castigamos a los vivos», dice Chauki en una carta al diario «La Stampa».
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