El Gobierno de la República Centroafricana negocia la rendición del líder rebelde Joseph Kony
Mientras la comunidad internacional advierte de un posible genocidio en ciernes en la región, el presidente busca su «comodín» frente a las críticas
El Gobierno de la República Centroafricana se encuentra en negociaciones con el conocido líder rebelde Joseph Kony, así como sus lugartenientes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), para lograr su rendición, según aseguran Naciones Unidas y la Unión Africana.
En sus más de dos ... décadas de lucha por «una Uganda gobernada bajo los Diez Mandamientos», el LRA ha asesinado en la región africana de los Grandes Lagos a cerca de 10.000 civiles . Es precisamente el halo de misticismo que envuelve la figura de Kony (quien cuenta con una orden de busca y captura por parte del Tribunal Penal Internacional), la principal arma utilizada por el LRA para expandir su legado de terror. En dos décadas, el guerrillero apenas ha concedido un par de entrevistas, por lo que prefiere que sean sus víctimas —a quienes suele cercenar las orejas y los labios — las que sean sus improvisados portavoces. Sobre todo, desde que hace una década el conflicto se trasladara desde Uganda al cruce de caminos entre República Democrática del Congo, Sudán del Sur y República Centroafricana (donde presuntamente se esconde ahora Kony).
«La presión militar actual ha obligado a que el LRA huya a la carrera», asegura el enviado especial de la Unión Africana para el grupo rebelde, Francisco Madeira.
De igual modo, Madeira reconoce que el presidente interino de la República Centroafricana, Michel Djotodia, le ha asegurado que se encuentra en conversaciones con Kony.
«Su gente ha estado en contacto con él (Kony), y quieren alentar la rendición (…) Muchos informes indican que se encuentra gravemente enfermo», reconoce el enviado especial.
Carta frente al «genocidio»
La carta parece clara. En marzo, un golpe de Estado del grupo insurgente Seleka («alianza», en lengua sango) provocaba la salida del país del presidente François Bozizé y abría una crisis política en la República Centroafricana que aún continúa. Desde entonces, la ONU asegura que la región se encuentra ante la amenaza de un «genocidio» tras la espiral de violencia desatada entre grupos cristianos y musulmanes en los últimos meses.
En este sentido, las críticas se centran sobre la figura de Michel Djotodia, líder del Sekela y auto-erigido mandatario.
Sin embargo, Djotodia parece haber encontrado ahora su «comodín»: ofrecer en bandeja de plata la cabeza de Kony a la comunidad internacional.
Un sueño regional, que cerca de 5.000 miembros del «grupo de trabajo» de la Unión Africana (con el apoyo de cerca de 100 fuerzas especiales de Estados Unidos) todavía no han logrado.
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