irlanda del norte
Una víctima unionista rechaza las disculpas públicas de un exmiembro del IRA
La celebración este domingo de un homenaje en Belfast a un terrorista que mató a ocho civiles cuando le estalló la bomba «en acto de servicio» –según los organizadores– reabre viejas heridas
borja bergareche
Como muchos sábados por la tarde, Sharon McBride había ido a pasar el rato a la pescadería de su padre en la calle Shankill Road, el corazón lealista de Belfast. Hace ahora 20 años, el IRA Provisional decidió atentar contra una reunión que la dirección ... de un grupo armado unionista tenía previsto celebrar en la planta de arriba. Al terrorista le explotó la bomba antes de tiempo. Padre e hija murieron con la explosión , al igual que otros seis civiles protestantes, un militante de la UDA (Asociación de Defensa del Ulster) y el terrorista del IRA.
Condenado a nueve cadenas perpetuas, Kelly salió en 2000 en el marco del acuerdo de pazEste domingo, los familiares de Thomas Begley, el terrorista fallecido en su propio ataque cuando tenía solo 23 años, participaron en un homenaje en Belfast que ha irritado a varios familiares de sus víctimas. Según la placa destapada por su padre, Billy Begley, y por su compañero de comando aquel 23 de octubre de 1993, Sean Kelly, Begley murió «en acto de servicio».
Kelly tenía aquel día 22 años. Perdió la vista en un ojo y la movilidad en su brazo izquierdo. Y ayer volvió a pedir disculpas por «por una operación del IRA que salió trágicamente mal» . «No puedo ofrecer ninguna excusa que cambie lo que piensen de mi o de Thomas o del IRA estas personas inocentes y sus familias», dijo Kelly a los congregados. «Siento de verdad la pérdida de vidas y las heridas sufridas aquel día y el sufrimiento que han aguantado las familias», añadió.
Para Alan McBride, marido de Sharon, la hija del pescatero, no es suficiente. «No le creo», ha dicho este lunes, en relación a las palabras de Kelly, según recoge la BBC . «No tengo duda de que aquel día salió con intención de matar a los hombres de la UDA en la planta de arriba de la tienda, así que no estoy diciendo que mi mujer fuera el objetivo, pero ni siquiera fue tomada en consideración, no consideraron que su vida valiera nada », ha dicho.
Mecha de once segundos
«Dejó la bomba en el mostrador y el margen de tiempo para salir era tan corto que debían conocer que el potencial riesgo de causar víctimas inocentes aquel día era enorme, y eso es exactamente lo que pasó», afirma McBride. Begley y Kelly se acercaron al comercio en un coche robado disfrazados de pescaderos. Llevaban con ellos una bomba de 2,2 kilos preparada para dirigir la explosión hacia arriba, con una mecha corta de solo once segundos.
Murieron un terorrista del IRA y otro de la UDA y ocho civiles, incluidos dos niños de 7 y 13Era suficiente, creían, para salir ellos de la pescadería sin dar tiempo a sus objetivos a escapar. El IRA Provisional había detectado que la dirección de la UDA, uno de los grupos terroristas lealistas, iba a reunirse en un piso en la planta de arriba. Los militantes protestantes decidieron a última juntarse en un café cercano. El IRA no lo sabía. Kelly esperó en la puerta mientras Begley se acercó al mostrador con el artefacto. La explosión le destrozó en pedazos.
Entre las ocho víctimas civiles había dos niños de siete y 13 años. El atentado dejó diez muertos y 57 heridos. Kelly fue condenado a nueve cadenas perpetuas por el atentado de Shankill Road, uno de los más traumáticos del conflicto norirlandés. Salió de la cárcel en julio de 2000 como resultado de los acuerdos de paz de Viernes Santo. Y pidió disculpas por lo ocurrido desde el primer momento.
«El hecho de que murieran personas inocentes es algo con lo que tendré que vivir toda mi vida, nunca pretendimos que muriera gente inocente, salimos a matar a la dirección de la UDA», explicó nada más ser excarcelado en una entrevista a « The Guardian ». «Honestamente, fue un accidente y si pudiera hacer cualquiera cosa para cambiar lo que ocurrió, créanme que lo haría», asegura.
Un «accidente» resultado directo –personal e intransferible– de la decisión de dos veinteañeros católicos de empuñar las armas, en el contexto de la espiral de 40 años de violencia en el Ulster. Una herida que todavía sangra quince años después de los acuerdos de paz. El atentado de shankill Road dejó diez muertos. Y la ola de represalias de los grupos armados lealistas acabó con la vida de 14 civiles , la mayoría católicos. Aquellos días, un militar británico disparó desde su Land Rover a los congregados frente al domicilio de Begley para llorar su muerte. El soldado fue condenado a diez años de cárcel por intento de asesinato.
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