Control de armas, la reforma que Barack Obama no consigue cumplir

«Iba siempre armado» , según sus conocidos. Para el ataque no utilizó un arma larga, como se dijo al principio, sino un arma corta, pero también letal. Al parecer, llegó a utilizar una o dos armas más de mayor calibre robadas a agentes con los que se enfrentó en el interior de la sede de la Armada («Navy Yard») de Washington.

La Casa Blanca dijo que era pronto para proponer una acción legislativaEn el reabierto debate, Barack Obama ha tirado la piedra, pero de momento ha escondido rápidamente la mano, consciente de que, tras su fracasado intento a comienzos de año, no tiene posibilidad de articular una mayoría en el Congreso para modificar la ley. Justo tras la noticia de la nueva matanza, Obama instó a «hacer cuanto podamos para intentar prevenir» otro asesinato masivo. Apenas unas horas después, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney , consideró que aún es muy pronto para proponer una acción legislativa concreta como respuesta.

En abril, cuando en el Senado murió la iniciativa para aumentar los exámenes sobre el historial de quienes compran armas, que contaba con el apoyo de más del 90 por ciento de la población, el vicepresidente Joe Biden aseguró que Obama y él mismo iban a recorrer el país para pedir a la opinión pública que presionaran sobre los legisladores. Esa campaña no se lanzó finalmente. A pesar de las voces que reclamaban un nuevo envite parlamentario, el presidente de la comisión de Justicia del Senado, el demócrata Patrick Leahy , ha indicado que ninguna legislación al respecto va a ser considerada, al menos en lo que queda de año .

Masacre en un colegio

Hay quien considera que si tras la matanza de veinte niños de primaria en una escuela de Connecticut no pudo salir adelante una reforma que ya de por sí era tímida, entonces no hay ya masacre que pueda desencallar la situación.

Sin embargo, para Mark Glaze , del grupo Alcaldes contra las Armas Ilegales , puesto en marcha por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg , la reforma puede llegar por el efecto agregado de las cada vez más frecuentes matanzas. «Cada matanza añade combustible a un fuego con llamas ya muy altas», aseguró.

Más pesimista es Dan Gross , de la Campaña para Prevenir Violencia con Armas . En su opinión, «ninguna tragedia, no importa lo horrible que sea, va a ser suficiente para crear la voluntad popular necesaria para un cambio».

Desde la Asociación Nacional del Rifle , muy activa a favor de la menor intervención posible de la ley en el mercado de las armas, se afirma que si Obama propone lo mismo que hace unos meses tendrá una derrota inevitable .