El escándalo del espionaje tumba a Jean-Claude Juncker

El informe parlamentario que ha provocado la caída de uno de los gobiernos mas longevos de Europa considera que, como máxima autoridad jerárquica del Servicio de Información del Estado de Luxemburgo (SERL), Juncker era responsable de las irregularidades detectadas, entre ellas escuchas ilegales y malversación de fondos , y de haber dejado actuar a los agentes sin ningún tipo de control. Los autores del informe acusan implícitamente al gobierno de haber intentado tapar el escándalo al declarar que « de no haber sido por la prensa no habríamos logrado ningún testimonio ».

En su intervención ayer tarde, Juncker desafió a los diputados a que le determinasen «si están convencidos de que soy verdaderamente responsable» teniendo en cuenta que ignoraba las actividades irregulares , incluyendo escuchas ilegales, y el hecho de que durante sus años de gestión ha intentado reiteradamente reformar el funcionamiento del SREL. Juncker reconoció, sin embargo, que la supervisión de los servicios secretos «no fue nunca mi prioridad política».

La comisión de investigación le reprocha que ni siquiera tomó medidas cuando tuvo conocimiento de que él mismo era uno de los que estaban sometidos a escuchas ilegales por parte de los servicios secretos. «A partir de 2004 puse en marcha numerosas reformas en el SREL. Tenía el derecho de supervisar las actividades del SREL, pero no lo puedo controlar todo»