EGIPTO

El nuevo presidente egipcio disuelve el Senado y pone en marcha la transición

El líder espiritual de los Hermanos Musulmanes arenga a sus seguidores para que protesten en las calles

El nuevo presidente egipcio disuelve el Senado y pone en marcha la transición afp

paula rosas

Los Hermanos Musulmanes perdieron ayer su último refugio en las instituciones egipcias, el Consejo de la Shura . El nuevo presidente del país, Adli Mansur , disolvió ayer la cámara alta del Parlamento, que estaba dominada por la cofradía, y comenzó a aplicar ... la hoja de ruta consensuada por los militares y la hasta ahora oposición. La Hermandad sigue, sin embargo, desafiante ante la nueva situación política egipcia, y aboga por seguir en las calles hasta que Mohamed Mursi sea restaurado en la presidencia.

La escena política de la nueva transición empezó ayer a ponerse en marcha. Adli Mansur se estrenó ayer como presidente interino de Egipto pronunciando su primera declaración constitucional, una prerrogativa que le otorga la hoja de ruta impulsada por los militares. Tras ordenar la disolución de la Shura, que en el último año había asumido los poderes legislativos después de que un tribunal hiciera lo propio con el Parlamento, Mansur nombró a sus primeros consejeros, un académico y un constitucionalista, y designó a un nuevo jefe de los servicios secretos, Mohamed Ahmed Farid.

Las nuevas autoridades y diferentes líderes de la oposición han mostrado su deseo por que la cofradía islamista participe del nuevo proceso, pero por ahora los Hermanos Musulmanes no parecen estar dispuestos a aceptar el nuevo statu quo . Especialmente después de que sus principales líderes se vieran entre rejas o con órdenes de arresto o prohibiciones de vuelo a las pocas horas de que se ejecutara el golpe.

La confusión sigue reinando en torno a estas detenciones, especialmente después de que el guía supremo de la cofradía, Mohamed Badie , apareciera ayer en la masiva manifestación pro-Mursi en el barrio de Medinat Naser. La televisión estatal había anunciado su detención en la ciudad de Marsa Matruh el día anterior y poco antes de su aparición ante decenas de miles de fieles ayer, la página web del brazo político de la hermandad aseguraba que había sido «liberado». El propio Badie negó, sin embargo, que hubiera sido arrestado en ningún momento.

Liberaciones

Liberado fue también ayer Saad el Katatni , presidente del Partido Libertad y Justicia, y el viceguía de los Hermanos Musulmanes, Rashad Bayumi , que habían sido trasladados el día anterior a la prisión de Tora. El abogado de la cofradía, Abdelmoneim Abdel Maqsud, fue detenido también por la mañana cuando fue a visitarlos a prisión, pero la fiscalía decidió liberarlos a los tres fueron por falta de pruebas después de ser interrogados.

Tras el golpe, y después de las condenas internacionales por el cerco que se ha impuesto sobre los Hermanos Musulmanes, las nuevas autoridades intentan dar una imagen de imparcialidad ante los derrocados, aunque el cierre de los canales islamistas y la oleada de arrestos resulta difícil de enmarcar en esta versión. Ayer, el fiscal general egipcio, Abdelmaguid Mahmud, anunciaba que dimitirá para no tener que investigar a aquellos que le cesaron en el cargo. Mahmud fue depuesto por Mursi el pasado noviembre y restituido el miércoles por un tribunal de apelaciones.

«No abandonaremos las calles hasta que el presidente Mursi sea reinstaurado», arengó ayer a las masas Mohamed Badie. El desafío en las calles de la hermandad, que no parece estar dispuesta a marcharse sin oponer resistencia, y las nuevos llamamientos del movimiento que inició las protestas contra Mursi a manifestarse para defender «los logros de la segunda oleada de la revolución del 25 de enero», han añadido más tensión a la ya de por sí explosiva situación. «Nuestro presidente es Mohamed Mursi», dijo Badie, «y nuestras almas serán sacrificadas».

Calma rota

El guía supremo se dirigió también a los militares y apeló a su juramento de lealtad al presidente en un intento de ganar apoyos contra el general Abdel Fatah el Sisi , líder de las Fuerzas Armadas y firmante del golpe. “Vuestras balas no van a ser disparadas sobre vuestros hijos y vuestro propio pueblo, sois más apreciados que todo eso”, proclamó Badie.

La extraña calma que sucedió al derrocamiento del islamista el pasado miércoles se rompió ayer. En la península del Sinaí, un territorio cada vez más fuera de control de las autoridades, milicias armadas mataron ayer a un soldado, hirieron a otros dos y atacaron varios puestos de control. Por la tarde, otros dos policías morían tiroteados en la ciudad de El Arish . Por el momento no está claro si estos ataques se producen en respuesta al golpe de los militares, pero el Ejército puso ayer en estado de alerta a las tropas desplegadas en el Sinaí y cerro indefinidamente la frontera con Gaza, posiblemente por el temor a que milicianos de la franja pudieran cruzar a territorio egipcio.

Según el diario “Al Ahram”, desde la expulsión de Mursi del poder, unos 20 yihadistas han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en la península.

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