La revuelta de Brasil se extiende en varios sectores de clase media a los indígenas
La Policía arremete con violencia contra la prensa que cubre las manifestaciones
verónica goyzueta
La Policía brasileña ha sido duramente criticada por la fuerza empleada contra los manifestantes, que ayer volvieron a tomar las calles de Sao Paulo, y por la violencia contra la prensa que cubría los actos. Varios testigos describieron el momento en que un agente ... disparó sin motivo alguno una bala de goma directamente al ojo de la periodista Giuliana Vallone. Asimismo la corresponsal de ABC fue intimidada varias veces por policías con lanzacohetes y palos de goma cada vez que trataba de hacer una fotografía. Los policías apuntaban sus lanzacohetes indiscriminadamente a quien pasara a su lado sólo por mirarlos.
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La hostilidad de la acción policial y la simpatía que generan los jóvenes manifestantes están provocando que otros movimientos se unan a las primeras protestas contra la subida del precio del transporte público. Una revuelta que cuenta con simpatías en varios sectores de la clase media, pero que se extiende a profesores en huelga, indígenas y los más variopintos grupos que se sienten agraviados por una u otra razón por las autoridades. La dura actuación policial ha tenido el efecto de multiplicar las muestras de apoyo a los manifestantes.
Detenidos y heridos
Fotos y vídeos que no dejan de ser difundidos en internet muestran a policías en pleno ataque contra manifestantes y periodistas. Al menos 140 personas fueron detenidas, entre ellas varios periodistas. Más de 50 resultaron heridas, siete de ellas reporteros del diario «Folha de Sao Paulo» .
Unos seiscientos policías entraron en la avenida Paulista, la principal vía de la ciudad, para evitar que los 5.000 manifestantes procedentes del centro tomasen la emblemática calle de la capital . En tanquetas, a caballo, en motos, los policías avanzaron sobre la avenida lanzando gases lacrimógenoas y disparando balas de goma, mientras los manifestantes gritaban en coro: «¡Sin violencia!». Incluso cuando los jóvenes se dispersaban para huir de la agresividad de la Policía o porque el aire resultaba irrespirable, eran perseguidos y atacados con más gases sin medir las consecuencias. Al final de la jornada, los jóvenes que días antes fueron llamados vándalos por las autoridades se ganaron el apoyo de los residentes de las calles transversales donde trataban de refugiarse.
La Policía será investigada
Tras la repercusión negativa que ha tenido su actuación, las autoridades anunciaron que la Policía será investigada . El secretario de Seguridad Pública de Sao Paulo, Fernando Grella Vieira, lamentó las agresiones y ordenó que se investiguen los hechos «con rigor». «Lamentablemente, hoy no hay duda de que la imagen que quedó fue la de la violencia policial», declaró el alcalde Sao Paulo, Fernando Haddad , que un día antes había pedido refuerzos federales frente a los estudiantes.
En la última semana, los jóvenes no han dejado de manifestarse contra la mala calidad del transporte público y el aumento de las tarifas. Como ejemplo, en Sao Paulo, una ciudad donde el sueldo mínimo es de unos 266 euros un billete de autobús cuesta aproximadamente 1,13 euros tras la reciente subida del 6,7 por ciento. El Movimiento Pase Libre está convocando las protestas a través de las redes sociales, que se han extendido a varias ciudades, incluida Río de Janeiro el pasado jueves.
Los últimos altercados ocurrieron ayer cuando la policía brasileña contuvo a un numeroso grupo de manifestantes, entre 10.000 y 15.000, que protestaban contra e l gasto público en la Copa Confederaciones , cerca del estadio de Fortaleza, horas antes de que comenzara el partido entre Brasil y México.
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