Protesta de mujeres en varias ciudades de Brasil por el aumento de las violaciones

Las violaciones de brasileñas en autobuses de Río de Janeiro comenzaron a divulgarse después de que apareciera el caso de una turista estadounidense en las portadas de diarios de todo el mundo. A diferencia de las brasileñas, que guardan silencio por temor a la humillación pública, la joven extranjera denunció de forma inmediata el abuso sufrido en el transporte público en pleno centro de Copacabana, uno de los barrios más famosos de Río.

La violación es también el crimen que más ha aumentado en los últimos meses en São Paulo, con un incremento del 8,36% en el último mes. La alcaldía anunció este martes un plan para aumentar la seguridad en la ciudad. En los municipios vecinos que forman la Gran São Paulo , la escalada de ese tipo de violencia ha sido aún más alarmante, con un aumento de un 60% en abril, en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.

En el último año fueron atendidas trece mil mujeres violadasEl Mapa de la Violencia de Brasil 2012 , que publica cada año el sociólogo argentino Julio Jacobo Waiselfisz , señala que una de las principales causas del silencio de las mujeres y de la tolerancia de la sociedad con los violadores es que las víctimas son acusadas de provocar esa violencia. Brasil es el séptimo país en el ranking mundial de homicidios de mujeres y en el último año atendió a más de 13.000 víctimas de violaciones. La mayoría de los casos, cerca de ocho mil, ocurrieron en su propia casa a manos de parientes o conocidos. Más de dos mil casos sucedieron en la calle : una adolescente fue violada el pasado abril a media tarde en la playa de Leblon, uno de los barrios más exclusivos de Río, y otra joven sufrió los abusos de un adolescente drogado en un autobús en el que viajaban otros pasajeros en pleno día.

A la altura de India y Egipto

Brasil está tomando medidas para proteger a las mujeres, como las comisarías especializadas y la Ley Maria da Penha , lanzada en 2006, que prevé penas severas para los agresores. Según el estudio de Waiselfisz, la violencia contra la mujer registró una caída visible tras la promulgación de la ley; pero a partir de 2008 retomó sus niveles anteriores y demostró que la vulnerabilidad sigue alta.

La desfachatez con que la que los violadores actúan en Brasil coloca al país en el mismo nivel de otros considerados más machistas, como es el caso de India y Egipto , alejado de naciones desarrolladas.