Capriles denuncia el veto de la nueva directiva de Globovisión a la oposición

El dirigente de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha expresado su «solidaridad y reconocimiento a todos los trabajadores de Globovisión», al considerar que han hecho de esta cadena privada «una ventana para que el país pueda tener información en tiempo real distinta a la del Gobierno».

Además, ha cuestionado la venta de Globovisión, efectuada el 13 de mayo a Juan Domingo Cordero, Gustavo Perdomo y Raúl Gorrín. Su ya ex presidente , Guillermo Zuloaga había adelantado que, si el «chavismo» ganaba las elecciones presidenciales del 14 de abril, vendería la televisión porque era «económica y políticamente insostenible». «Acá el país tiene que preguntarse quiénes son los nuevos dueños de Globovisión. ¿Cómo lograron que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones [Conatel] les diera la autorización?, ¿Ustedes creen que el Gobierno autorizó la venta de Globovisión para que tengamos información libre?», se cuestionó.

Capriles ha instado a averiguar «quién es el nuevo accionista mayoritario de Globovisión». «Averigüen cómo hizo una fortuna en los últimos tres años un señor de apellido Gorrín. Sabe muy bien de dólares», indicó. El también gobernador de Miranda asegura que «los nuevos dueños de Globovisión son unos enchufados», término con el que se refiere al Gobierno de Nicolás Maduro. «Y los enchufados están detrás de la compra de más medios de comunicación», ha advertido. «A más corrupción , más censura».

«El Gobierno quiere controlar todos los medios de comunicación, pero vendrán otros. Nadie puede hacer invisible la verdad , sea cual sea la ventana que tengamos», insistió.

Periodista despedido

Globovisión, que durante 18 años ha pertenecido a la familia Zuloaga, era uno de los medios de comunicación más críticos con la política de Hugo Chávez . En las últimas elecciones se posicionó claramente a favor de Capriles. Conatel ha sancionado en numerosas ocasiones a Globovisión, principalmente por irregularidades técnicas y por supuesta manipulación de los hechos, algo que la cadena privada ha achacado a motivos políticos.