La oposición siria denuncia una nueva «masacre» al norte del país

Los medios oficiales confirmaron el estallido de los enfrentamientos en la zona de Banias, punto emblemático ya que es donde se considera que tuvo lugar la primera acción militar del Ejército Sirio Libre (ESL) contra el Ejército regular, e informaron de que «el Ejército eliminó a varios terroristas y localizó dos depósitos de armas y municiones» en esta zona perteneciente a la provincia de Tartús.

Como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones en los últimos dos años, las zonas rurales con población mixta son los lugares donde se han denunciado masacres de cuya autoría se han acusado régimen y oposición. El 25 de mayo se produjo la primera de ellas en Houla, aldea de la provincia de Homs en la que 108 personas, de ellas 49 niños, fueron ejecutadas. Fue la primera y más terrible de las matanzas que han salido a la luz hasta el momento y que encendió las alarmas sobre el carácter confesional del conflicto ya que todos los muertos eran suníes, secta del Islam mayoritaria en Siria. Tres meses más tarde, la ONU acusó formalmente a los paramilitares leales a Bashar Al Assad de estar detrás de las muertes, pero el régimen negó cualquier implicación.

El estancamiento de la situación sobre el terreno va de la mano de la impotencia diplomática que en las últimas horas se ha plasmado en el deseo de dimitir por parte de Lajdar Brahimi, enviado de la ONU y la Liga Árabe al conflicto de Siria desde que sucediera en el puesto a Kofi Annan en agosto. Según fuentes diplomáticas citadas por Reuters la decisión del diplomático argelino es irrevocable, aunque «falta solo conocer la fecha», y la causa principal es la imposibilidad de mantener la neutralidad para mediar en el conflicto tras el reconocimiento de la oposición siria como miembro de pleno derecho de la Liga Árabe en la última cumbre de Qatar.