La Policía de Boston ha detenido a otros tres sospechosos por los atentados

Dos de los arrestados son Dias Kadyrbayev (19 años) y Azamat Tazhayakov (20 años), estudiantes kazajos que durante un tiempo vivieron con Dzhokar. Las autoridades ya habían mantenido a ambos bajo custodia por cuestiones de inmigración, pero ahora previsiblemente se enfrentarán a cargos por falso testimonio y obstrucción a la justicia, según CNN. Ambos habrían mentido al FBI al ocultar que habían visto al menor de los Tsarnaev tras el atentado del 15 de abril. Además, habrían movido pruebas para tratar de evitar la localización, por ejemplo, de mochilas con material pirotécnico, ha añadido la cadena de televisión.

De la tercera persona detenida apenas han trascendido detalles, aunque 'The Boston Globe' ha asegurado que, al igual que las otras dos, formaba parte del entorno universitario de Dzhokhar Tsarnaev. La CNN ha informado, citando a un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, de que se trata de una persona de nacionalidad estadounidense.

El mayor de los hermanos Tsarnaev, Tamerlan, murió en una persecución policial posterior a los atentados. Dzhokar, el pequeño, fue detenido posteriormente por la Policía con heridas en la garganta. La teoría principal manejada por el FBI presumía que los hermanos eran «lobos solitarios», terroristas influidos por el Islam, pero no enmarcados en ninguna organización de carácter superior. El único cabo suelto era «Misha», el supuesto mentor de Tamerlan y responsable de su radicalización.

El FBI encontró al misterioso «Misha» y le identificó como Mikhail «Misha» Allakhverdov, de 39 años. En una entrevista exclusiva con el New York Review of Books, «Misha» negó que hubiera sido mentor de los hermanos y que fomentara su radicalización. «Si hubiese sido su profesor, me habría asegurado de que no hicieran algo como eso» (el atentado), afirmó «Misha» en su entrevista.

Aparte de ellos, tan solo la viuda de Tamerlan aparecía como posible sospechosa de los hechos tras encontrarse ADN femenino en las bombas.

Boston celebraba unos de sus días grandes: el maratón. La más antigua del mundo, la de este año es la edición número 117, y una de las más prestigiosas del almanaque del atletismo mundial. Cuando algunos de los 23.000 corredores avistaban la meta tras cuatro horas y nueve minutos corriendo, dos bombas explosionaron en el final del recorrido causando el pánico en la capital de Massachusetts.

Los dos artefactos -que estallaron tan solo con diez segundos de diferencia- se cobraron la vida de tres personas y dejaron más de 170 heridos.